Adam Zagajewski: la belleza como antídoto contra el horror
LITERATURA. El poeta polaco murió a los 75 años y su traductor lo destaca como un grande del siglo XX.
El poeta polaco Adam Zagajewski, último representante de la gran poesía polaca del siglo XX y uno de los más premiados de Europa, representó según su traductor al español, Xavier Farré, la búsqueda de la belleza como antídoto contra el horror.
Fallecido el domingo en Cracovia, formó, junto a Zbigniew Herbert, Czeslaw Milosz y Wislawa Szymborska, el Olimpo de la poesía polaca moderna y, aunque al contrario que los dos últimos, no llegó a obtener el Premio Nobel de Literatura, su figura se considera como una de las más importantes de la poesía europea reciente.
Al igual que su biografía, la obra de Zagajewski discurrió ajustándose a los acontecimientos históricos que le tocó vivir. Y si en su vida tuvo que emigrar a otros países para escapar de guerras y dictaduras, en su poesía construía puentes que cruzaba en busca de la belleza para evadirla fea realidad.
En palabras de Farré, traductor y amigo personal del poeta, "con la muerte de Adam Zagajewski desaparece uno de los últimos poetas contemporáneos que defendían la búsqueda de la belleza como un antídoto contra los horrores que han surgido a lo largo del siglo XX, sin olvidar en ningún momento esos momentos de aflicción, de destrucción, de derrota de un humanismo".
Zagajewski cultivó una poesía donde se infiltraron la filosofía, la ética y también la ironía y el sentido del humor.
Cuando Zagajewski impartía clases de literatura en Chicago, uno de sus poemas, "Intenta Alabar el Mundo Mutilado", fue publicado por la revista "New Yorker" en un número especial dedicado a los ataques del 11 de Septiembre: desde entonces se le conocía como "el poeta del 11-S" en Estados Unidos.
De entre los muchos premios que recibió, cabe destacar el Premio Internacional Neustadt de Literatura, considerado como el Nobel de Poesía, el Princesa de Asturias de las Letras, el Premio Internacional de Literatura, el Prix de la Liberté y una beca Guggenheim.
"Adam Zagajewski pertenece a la última generación de poetas de la llamada escuela poética de poesía, concepto que acuñó Czeslaw Milosz; unos poetas que todavía consideran que hay una escala de valores en el mundo, que podemos alcanzar una metafísica, que el lenguaje y la poesía permiten contrarrestar la realidad", explica Farré.