Brasil extrema medidas contra el covid-19 y Bolsonaro busca frenarlas en tribunales
PANDEMIA. Por primera vez desde el inicio de la pandemia, se decretó el cierre de las playas de Río de Janeiro a partir de hoy, lo que se suma a otras duras restricciones ante los más de 2.600 muertos diarios en el país. Presidente fustigó las disposiciones.
Luego de varios días de retroceso en su combate a la pandemia del covid-19, incluyendo un alarmante aumento de decesos diarios y de ocupación de camas críticas en 25 de sus 27 estados, Brasil decidió hacer frente mediante la aplicación de severas medidas sanitarias.
Ayer, por ejemplo, la alcaldía de Río de Janeiro decretó el cierre de todas sus playas durante el fin de semana para contener el fuerte avance del covid-19 en la denominada "Ciudad Maravillosa".
Según fue publicado este viernes en el Diario Oficial, a partir de hoy y hasta el próximo lunes está prohibido bañarse en el mar, permanecer en la arena o realizar deporte en las playas de Río de Janeiro, una de las ciudades más turísticas del continente.
La medida toca una dimensión sensible para Río. Las playas de la capital fluminense suelen estar abarrotadas los fines de semana, pese a que el país atraviesa una segunda ola de la pandemia mucho más virulenta y letal que la primera y que ha puesto al sistema hospitalario al borde del colapso.
El alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, admitió que "las playas no son un lugar de gran transmisión, pero necesitábamos mandar un mensaje a la población. Hago un llamado a los cariocas: es el momento de quedarse en casa", rogó en un mensaje transmitido por medios locales.
Brasil es considerado el actual epicentro global de la pandemia, registrando más de 2.600 muertes por coronavirus por tercer día seguido -con un promedio de 2.087 fallecimientos diarios en siete días- y acumuló 287.499 víctimas desde el inicio de la crisis sanitaria.
Tan solo en Río de Janeiro se registraron 51 muertes por covid-19 en las últimas 24 horas, por lo que el total asciende ya a 19.583 solo en la zona metropolitana. La capital fluminense también contabilizó 1.150 casos diarios y acumula 216.413 desde el 26 de febrero de 2020.
El gobierno regional ha impuesto algunas restricciones para impedir el avance del virus, pero los bares y restaurantes, así como los comercios, permanecen abiertos, aunque con horarios reducidos.
Otras ciudades como Sao Paulo, han adoptado medidas más severas, como el toque de queda o el cierre de todos los servicios no esenciales.
BOLSONARO EN CONTRA
Mientras las autoridades locales buscan rigidizar las medidas anticontagio, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, endureció este viernes su postura contra las restricciones para contener al coronavirus y demandó al Supremo que limite el poder de suspender actividades económicas que tienen gobernadores y alcaldes.
En momentos en que Brasil vive la peor fase de la pandemia, con un promedio de 2.000 muertos por día en las últimas dos semanas, el Gobierno se dirigió a la Corte Suprema para exigir que los decretos locales que restrinjan actividades y la circulación de personas sean aprobados previamente por los Legislativos regionales o municipales.
En la práctica, eso burocratizaría y hasta atrasaría la toma de decisiones sobre esas medidas, a las que Bolsonaro se opone desde el inicio de la pandemia, convencido de que el "desempleo y el hambre matan tanto como el virus". La demanda fue presentada por la Abogacía General de la Unión (AGU), en representación del Gobierno, y defendida por Bolsonaro en un breve encuentro con algunos seguidores.
"Mi preocupación es con el pueblo brasileño, con vacunas, con la vida, con trabajo, con empleo", declaró el mandatario, quien apuntó, en alusión a los gobernadores y alcaldes, que "son tipos que nunca pasaron necesidades, sólo sienten el olor del pueblo en época de elecciones y ahora le dicen a todos que se queden en casa".
En un tono más firme, subrayó que su Gobierno "jamás" ordenará un confinamiento de la población o apoyará medidas adoptadas en algunas ciudades del país, que incluyen hasta toques de queda nocturnos. "Son medidas dictatoriales", propias de un "estado de sitio", sostuvo el líder de la ultraderecha brasileña, quien dijo que "el terreno fértil para las dictaduras son el hambre y la pobreza".
Boris Johnson recibe vacuna de AstraZeneca
El primer ministro británico, Boris Johnson, recibió ayer la primera dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford. El mandatario, de 56 años, acudió al hospital londinense St Thomas, el mismo donde en abril del año pasado estuvo varios días ingresado en cuidados intensivos tras contagiarse del coronavirus. El jefe británico pidió escuchar al mundo científico, y en particular a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que este jueves descartó que el cuestionado fármaco tuviera relación con casos de trombosis detectados tras su aplicación en varios países.
40 horas esperó por atención un joven de 22 años, quien falleció el jueves. El caso impulsó las nuevas medidas.
2.090 fallecidos diarios por covid promedió Brasil durante la última semana. Su sistema de salud está al 95%.