Adriana Méndez, un alma llena de proyectos
La parca se ha ensañado con representantes de la cultura regional y ahora nos viste de luto en Mejillones, donde lloramos la partida de Adriana Méndez Lazo, destacada gestora regional.
Hablar de Adriana es hablar de una mujer comprometida con la cultura y el patrimonio local. Nos conocimos de jóvenes y nuestro vínculo lo constituyeron precisamente los libros, que originalmente compartimos.
Esa inquietud y ese amor por cultivarse tuvieron un importante estímulo hace un par de décadas. Tras ser parte del equipo que refundó el Museo de Mejillones accedió finalmente a la dirección de tal entidad. Desde allí su capacidad de gestión se proyectaría incansablemente.
En el Museo de Mejillones Adriana otorgó énfasis a la profesionalización de la actividad. Se rodeó de arqueólogos que fueron construyendo otra perspectiva. Hizo suyo el tema de los changos, proyectándolo como parte integral de la identidad local.
Otro de los aspectos que fue abordado por esta visionaria mejillonina fue la importancia del financiamiento cultural. Determinó que difícilmente se podría avanzar si no éramos capaces de atraer recursos. Se convirtió en especialista en proyectos culturales, logrando hacer realidad varios sueños mejilloninos.
Por último, Adriana hizo un muy preciso diagnóstico respecto a la deficiencia de recuperar la historia si no se estaban resguardando los documentos. Muy a su estilo, se capacitó en el manejo y preservación de Archivos. La unión de esas dos capacidades: experiencia en concursos culturales y manejo de documentos históricos le permitieron desarrollar uno de los proyectos más importantes de orden identitario que se han hecho en la comuna: el Rescate de Archivos Históricos de Mejillones.
Es por eso que no me sorprendió verla sentada hace 6 años en el Sindicato de Trabajadores Portuarios, cuando fundamos el Consejo Patrimonial de Mejillones. Con su sonrisa contagiosa y una cierta ansiedad por partir con las actividades. Y por eso hoy me duele tanto su partida, porque sé que su alma estaba repleta de proyectos.