Antofagasta 2021 y Don Antonio Rendic
En 1993, la noticia nos anonadó. El 13 de febrero había concluido la existencia de don Antonio Rendic Ivanovic. A veces, al pasar por la esquina donde estuvo su último domicilio -sin que el bullicio urbano impida la soledad-, he vuelto a recordar a ese amigo.
A fines del año pandémico, me detuve en esa esquina. Raudos habían transcurrido 27 años y ese, mi número natal, me complace. En mi mente tenía y tengo la casa de don Antonio y, agradecido, hasta me sentí contento con los recuerdos que se sucedían relumbrantes.
Uno de ellos fue mi última conversación literaria con Ivo Serge. Le había llevado, para su lectura, las páginas de La música del silencio, el tercer libro que preparamos juntos y que él no llegó a ver editado, pues éste recién circuló a mediados de 1997.
Esos cuatro años posteriores a su muerte, fueron de arduos trámites burocráticos para conseguir parte del financiamiento para la edición de La música del silencio. Luego la vida continuó con sus cambios inevitables. Instancias culturales antofagastinas de servicio público hay suficientes y bien remuneradas por el erario nacional, pero en las cuestiones culturales relativas a la vida y obra de don Antonio Rendic, se deja sentir una falencia de acciones concretas que ya no tiene el carácter de ese susurro antes mencionado. Pronto se cumplirán 33 años desde que alguien propuso la creación de un "Grupo de amigos de don Antonio Rendic". La amistad unió a ese puñado de soñadores y durante una década hicieron la más significativa obra cultural en torno del que hoy se recuerda como "El médico de los pobres". Una obra cultural que, hasta logró devolver a Sutiván -la tierra donde nació nuestro amigo-sus pequeños poemas escritos en este Antofagasta que lo cobijó de por vida.
Hoy vemos un Antofagasta distinto. Don Antonio también captó los cambios y por eso, un día escribió: "Gracias al sacrificio y el esfuerzo de su gente -a partir del año 10- Antofagasta sufre una metamorfosis extraordinaria: la madera cede paso al cemento y la aldea grande va tomando el aspecto de una ciudad moderna."
¡Viva el progreso, vengan los cambios!, pero… recuerde que ese "año 10" es el del siglo pasado y que el artículo citado es de 1986.