A Juan Guzmán Tapia
"La figura de Guzmán no pasó inadvertida tanto en el campo nacional como internacional por el importante juicio que llevó adelante". Patricio Peñailillo, Integrante de la Sociedad Chilena de Filosofía Jurídica
El juez Juan Guzmán Tapia falleció la semana pasada a los 81 años en Santiago de Chile, hijo de Doña Raquel Tapia Caballero y Don Juan Guzmán Cruchaga, poeta y diplomático chileno que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1962. Estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile y fue becario en 1967 en París para estudiar Filosofía del Derecho.
En 2009 en el Campus Kovacevic de la Universidad Central de Chile recibí de Juan Guzmán Tapia, Director del Centro de Estudios de Derechos Humanos de esa casa de estudios superiores, el reconocimiento por el ensayo titulado «La razón de ser de los derechos humanos» [publicación colectiva por LOM Ediciones 2009] correspondiente al concurso «Repensando los Derechos Humanos en Chile» organizado por la universidad mencionada y patrocinado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas y Le Monde Diplomatique. Un buen recuerdo de esos días cuando formaba parte de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Chile. Un año antes en Antofagasta, compartimos con Guzmán Tapia, entre otros especialistas del dominio, un Seminario de Derechos Humanos realizado en dependencias del auditorio del edificio de Bienes Nacionales de esa ciudad, dicho Seminario tuvo una alta participación y cobertura en los medios locales.
La figura de Guzmán no pasó inadvertida tanto en el campo nacional como internacional por el importante juicio que llevó adelante en los tribunales de justicia iniciada en la década del noventa con el proceso número 2.182-98 como juez especial [el azar lo ubicó en esas circunstancias debido a que era el ministro de turno], una vez que la Corte de Apelaciones acogiera a tramitación la querella por homicidio, secuestro, asociación ilícita e inhumación ilegal en contra de Augusto Pinochet y otros. El rol de dicho proceso iniciado por Guzmán permitió llevar a cabo y hasta el día de hoy un elenco considerable de investigaciones asociadas a dicha causa. El trabajo realizado por este destacado magistrado ha sido valorado más allá de nuestras fronteras recibiendo importantes distinciones internacionales, entre otras, el de Doctor Honoris Causa del Haverford College de Pensilvania, Jordi Xifra Heras (Universitat de Girona), Óscar Romero de Derechos Humanos (Dayton University), Letelier-Moffitt (Institute for Policy Studies) y el Premio Edelstam, otorgado por la Fundación Harald Edelstam.
Más allá de los logros personales de Guzmán Tapia por su trabajo acucioso en las investigaciones realizadas a partir de 1998 en casos asociados a los derechos humanos, el universo de la justicia chilena, desde lo obrado por este juez y ciertamente con unas condiciones políticas favorables que permitieron que aquello ocurriese, ayudó a consolidar el Poder Judicial chileno como un poder del Estado sin el tutelaje del poder político como corresponde a una democracia auténtica.