"Debemos dejar de ser un país dual"
ANTOFAGASTINIDAD. Silvia Soto Ovies, profesora, empresaria y militante DC.
Silvia Soto Ovies nació, se crió y ha hecho toda su vida profesional, pública y política en Antofagasta.
Esta profesora y exconsejera regional, casada con José Chávez y madre de cuatro hijos (Maximiliano, Fernanda, José Ignacio e Ian), convivió desde muy joven con la política y el servicio público.
Su abuelo fue regidor y su madre tuvo una activa participación en la Democracia Cristiana, partido al cual ella también adhirió en 1993, y donde se mantiene hasta hoy.
Silvia es actualmente vicepresidenta regional del Frente de Profesionales de la DC y hace un par de años fundó con su familia un restorán, al cual dedica gran tiempo y esfuerzo.
¿Cómo te definirías como mujer?
- Me defino como una mujer trabajadora, emprendedora, apasionada, alegre, positiva, protectora. Cuando comienzo un proyecto llego siempre hasta el final, comprometiéndome con el alma, aunque las cosas se pongan difíciles. Además, desde muy joven tengo una fuerte vocación de servicio público, trabajar para ayudar a los demás es lo que realmente me apasiona y hace feliz.
¿A quiénes admiras y por qué?
- En primer lugar, a Floreal Recabarren, quien fue un gran político y ciudadano, con una ética y una amplitud de mente inigualable; noble, humilde, sabio, se hizo fundamental en su labor de aconsejar y reflexionar sobre la realidad.
También siento una gran admiración por la ex presidenta Michelle Bachelet, Angela Merkel y Michelle Obama, todas son mujeres ejemplares, inspiradoras, con un gran liderazgo, firmeza, elocuencia, empatía con los más vulnerables, y nulo egocentrismo.
¿Como y porqué comienzas a acercarte a la política?
- Mi abuelo fue regidor por Antofagasta en el periodo de Floreal Recabarren y mi madre siguió sus pasos, asumiendo distintas responsabilidades dentro del partido. Yo era pequeña cuando la acompañaba al puerta a puerta, caravanas y reuniones partidarias, en esos tiempos que se luchaba para recuperar la democracia. Sin duda fue lo que marcó mi vida, al ver mi madre sin miedo, batallando por recuperar la democracia a través de sus convicciones. Entonces, apenas cumplí 16 años entré a la juventud de la DC. De ahí en adelante mi familia me inspiró a contribuir desde mis capacidades y conocimientos en política, poniendo siempre al centro a las personas y el bien común.
¿Qué lecciones has aprendido a ser parte de ese mundo?
- Entender que el adversario político no es tu enemigo, es un adversario con el que tienes la oportunidad de buscar un consenso racional, donde en el centro de la discusión se antepongan los derechos y beneficios de los ciudadanos a los que representamos y no los intereses propios. Esa es la principal clave para que podamos avanzar por un Chile más justo, el Chile que todos y todas merecemos. También aprendí que la vocación de servir no solo tiene que ser por solidaridad, sino que tiene que hacerte feliz, y a no tener dependencia económica de la política.
¿En lo personal, cómo has vivido estos meses de pandemia?
- La familia ha sido fundamental en estos meses de pandemia, apoyándonos en los momentos difíciles, aprendiendo a ser empático en las situaciones que enfrentamos a diario. Trabajando en las tareas en línea con mis hijos y pensando en cómo salir adelante en mi trabajo.
Aprovechamos también este tiempo para reinventarnos con nuestro emprendimiento, que es un restaurant, que por razones de pandemia no se podía atender a público, pero al igual que muchos antofagastinos, nos hemos esforzado para seguir a flote y gracias a Dios y a mi familia, he podido salir adelante con mucho esfuerzo y sacrificio.
¿Como crees que será la sociedad post Covid?
- Quiero creer que será una sociedad más solidaria, con más conciencia colectiva y empatía, donde hayamos aprendido a apreciar el tiempo en familia y valorar la importancia de estar vivos y tener con nosotros a nuestros seres queridos.
¿Qué te mueve, qué te apasiona en la vida?
- Hay tres cosas fundamentales que me hacen despertar feliz y motivada cada mañana. Primero, mi familia, que es mi principal combustible; luego mi trabajo; y la política como motor de transformación.
¿Qué visión tienes de los desafíos que enfrenta nuestro país?
- La pandemia y el estallido social han dejado de manifiesto la vulneración y precarización de los derechos sociales de los chilenos, debemos con urgencia dejar de ser un país dual, donde existe salud para pobres y salud para ricos, educación para pobres y educación para ricos. Serán tiempos de reformas y de muchos cambios, donde escuchar y solucionar las necesidades de la ciudadanía será nuestra principal tarea. Los políticos tenemos la trascendental tarea de trabajar en un modelo país más justo que garantice igualdad de trato, con paridad y construido de forma colectiva.