Revista "La Ilustración" (uno)
Pasada la crisis salitrera de 1921, Antofagasta experimentó una recuperación económica que duraría algunos años. Parte de esta actividad quedó retratada en el que sería el mejor medio gráfico de la provincia hasta entonces: el semanario "La Ilustración". Su primer número apareció el 14 de octubre de 1923, circulando hasta 1925. La revista, de formato 25x35 y 12 páginas, buscó un público general, potenciando los contenidos locales, aunque sin descuidar sucesos nacionales o mundiales. Con el paso del tiempo fue incorporando secciones definidas, como deportes, vida social y noticias de las ciudades, faenas y pueblos mineros de la provincia. Por primera vez los lectores tanto de Antofagasta como los de Chuquicamata, Puelma, Rosario o Catalina podían informarse y aparecer ellos mismos como sujetos de noticia. También se inauguraron páginas literarias, donde se dio cabida a crónicas, ensayos o series de cuentos, pudiendo el público enviar textos propios.
Pero lo que la caracterizaría mejor sería su trabajo gráfico. Las numerosas fotografías retrataban desde los partidos de fútbol pampinos hasta los paseos en la Plaza Colón, los trabajadores de una maestranza salitrera o un concurso de "bellezas" antofagastinas. Los padres mandaban fotografías de sus niños y figuraban en las páginas infantiles (¡hasta mi abuela y el "niñito Sabella" aparecieron en ellas!). Los dibujos hicieron escuela: algunas portadas e ilustraciones de la revista fueron verdaderas obras de arte.
La Ilustración marcó un hito como medio moderno. Se reivindicó lo local, y se difundieron las artes plásticas, la literatura, entretenciones y problemas de esta tierra. Antofagasta y la pampa contaron con una revista que no solo no tenía nada que envidiar a otras de mayor abolengo, sino que se convirtió en modelo, aunque fuera por solo un momento. Los vaivenes económicos de la industria se llevarían a La Ilustración de un golpe. ¿Quiénes estaban detrás de este fenómeno? Eso será motivo de nuestra próxima Linterna.