Amelia Carvallo
Carolina Arredondo es un rostro habitual de las series y telenovelas chilenas. Debutó a los 8 años en la teleserie "Rojo y Miel" de TVN y nunca salió de pantalla. Su última participación fue en "Yo soy Lorenzo" de Mega. Pero además de su trabajo en televisión tiene una amplia trayectoria en el teatro y actualmente incursiona en el radioteatro.
El 5 de noviembre pasado estrenó la obra "Nadie nunca va a llorar por mujeres como nosotras" junto a Roxana Naranjo, una pieza con la dramaturgia de Carla Zúñiga y dirigida por Jesús Urquieta, que ahora es parte de la edición virtual de Teatro a Mil y se puede escuchar en la página web www.fundacionteatroamil.cl.
La actriz opina que el énfasis en la voz que hace el radioteatro es muy afín a los tiempos que corren, dominados por la pandemia de covid-19 y el confinamiento: "Me hace todo el sentido, es del todo coherente como opción de poder encontrarnos volviendo a otro formato".
Aún con las medidas restrictivas, el plan de la compañía espera poder hacer una función en vivo de esta obra, el 5 de febrero a las 19:30 horas, en el anfiteatro del Museo de Bellas Artes de la capital.
"Este radioteatro es un material que empezamos a trabajar en agosto pasado y en octubre comenzamos a vernos presencialmente para hacer la obra en vivo, ver qué tratamiento necesitaba en ese formato. A la versión presencial se suma Catalina Devia en el diseño escénico de la puesta en escena y tenemos un mismo texto pero que se aborda desde plataformas distintas", explica Arredondo.
Como ocurre mucho en los tiempos que corren, revela que "no tengo la suerte de conocer a la Carla (Zúñiga) presencialmente, pero sí he tenido la suerte de ver varias de sus obras. Cuando llegó este texto lo primero que me gustó es que es para dos personajes, creo que es más fácil abordar un texto desde la intimidad en situación de pandemia, eso me pareció súper interesante. Lo segundo son sus temáticas, cómo las aborda, su punto de vista respecto de la mujer o de lo patriarcal que está superpuesto, eso me gusta mucho, lo desarrolla muy bien".
-¿Qué puedes decir de esta pieza?
-Aborda la relación entre una madre y su hija que ya está llegando a su límite, se ha hecho absolutamente insostenible. Es una versión muy libre de "La casa de Bernarda Alba" (Federico García Lorca, 1936). Somos una madre e hija, dos vecinas que narran la historia desde su punto de vista, asomadas a la ventana, de una manera muy parásita. Y afloran deseos de la madre, de que su hija pueda tener un hombre, pueda tener un hijo, pueda hacer su vida y concebir su vida a través de completarse con un otro, con un masculino. Ahí es donde la brecha generacional aflora.
-Antes de la pandemia habías estado con el Teatro de la UC en "Bernarda" de Isidora Stevenson y Luis Barrales.
-Sí, creo que estrenamos el 12 de marzo y luego vino la pandemia y fue la única función. Hace poco empezamos a vernos y esperamos grabar el montaje para tenerla por lo menos en ese formato.
-¿Qué te parecen las normas que regulan a las artes escénicas bajo pandemia?
-Deberíamos tener soluciones y apoyo concreto. Las modificaciones del plan Paso a Paso, si bien flexibilizan en la fase tres, la fase dos, al ponerle números y no porcentajes como habíamos hecho antes, para algunos espacios resulta mucho más restrictivo. No sabemos cuánto tiempo estaremos en esta fase dos, por lo tanto la incertidumbre sigue estando, no hay nada concreto desde donde poder planificar. Así como el comercio y el turismo han tenido apoyo, las artes y el patrimonio no lo han tenido.
Gesto de resistencia
Jurado en la versión 2019 y 2020 del Teatro a Mil, Arredondo cree que el festival es un gesto de rebeldía desde la cultura: "El teatro siempre ha sido resistencia. Si uno se remite a grandes nombres como Bélgica Castro, Víctor Jara, Andrés Pérez, Alfredo Castro, son personas que están vinculadas al ejercicio teatral del hacer. El festival es un acto casi heroico de adaptación en medio de la incertidumbre continua y ese vínculo que tiene con el mundo, es muy reconfortante".
-¿Recuerdas alguna edición especial, alguna obra?
-"Un enemigo del pueblo" de Ibsen que en la versión de Thomas Ostermeier me impactó mucho, también una obra de Christoph Marthaler como de cinco horas que me gustó mucho y el "Hamlet Machine" de Heiner Müller. También recuerdo producciones como el "Sueño de una noche de verano" que montó Tito Noguera. Éramos un elenco muy numeroso, la obra estaba pensada para hacerla en regiones, al aire libre. Por eso es importante que esta versión del Teatro a Mil se haya hecho y no se haya suspendido.