Los 100 años de Highsmith, escritora de oscuros secretos
LITERATURA. La autora dejó obras maestras de mentiras y crímenes.
La saga de Tom Ripley es lo más popular de su trabajo, pero Patricia Highsmith no solo dejó otras joyas literarias como "Extraños en un tren" o "Carol", sino que creó una nueva forma de narrar historias de suspenso que, cuando se cumple hoy el centenario de su nacimiento, sigue plenamente vigente.
La personalidad de Mary Patricia Plangman era tan compleja como sus obras. Tardó tiempo en reconocerse como homosexual, era alcohólica, sus ideas políticas eran cercanas al comunismo en una época en la que en Estados Unidos eso se consideraba traición a la patria y reconocía llevarse mejor con sus gatos que con los seres humanos.
Huraña pero también dulce, volcaba sus inquietudes en su escritura, centrada en la mentira en diferentes formas, principalmente en el mundo del crimen.
"Extraños en un tren" fue la primera novela que publicó, en 1950, con una sencilla y retorcida premisa que dejaba claro sus ideas y estilo: dos hombres viajan juntos en un compartimento de un tren. Uno quiere matar a su mujer y el otro a su padre. Intercambio de asesinatos. El crimen perfecto. Pero la mentira y la culpa se ciernen sobre los asesinos.
Desde ese primer libro, Highsmith dejó sentadas las bases de toda su obra: estilo sencillo y directo para ahondar en los secretos oscuros de los humanos y la más pura amoralidad.
Tom Ripley y Carol
En esa exploración de los seres humanos, si hay un personaje que destaque en la bibliografía de Highsmith es Tom Ripley, un seductor sin escrúpulos que logra lo que quiere sin importarle las consecuencias.
Apareció por primera vez en "El talento de Mr. Ripley" (1955), la novela más famosa de Highsmith, y luego en otros cuatro libros.
Pero antes de alcanzar el reconocimiento y la fama con Ripley, la escritora había creado, bajo seudónimo, una novela que tenía mucho más que ver con ella misma. Titulada originalmente "El precio de la sal", apareció en 1951 y su autora era Claire Morgan. Vendió un millón de copias antes de que se desvelara quién la había escrito.
Se volvió a publicar en 1990, con el título de "Carol" y ya con su autoría: una historia de amor entre dos mujeres en una época en la que era imposible vivirla públicamente, algo que le ocurría a Highsmith.
Cinco años después de esta reedición, la escritora falleció en Locarno (Suiza) a los 74 años.