A sus 40 años, Esteban Pinto Vargas ha hecho una destacada carrera en el mundo de la cultura.

Este exalumno del San José y el LEA, que vive solo con su gato Lito, ha trabajado como actor y director en compañías de teatro de Antofagasta y el país, y además ha ejercido como docente de las universidades Santo Tomás y Católica del Norte, donde estuvo a cargo de la Academia de Teatro.

Esteban también fue productor de importantes festivales, como Puerto de Ideas; SACO Festival de Arte Contemporáneo; Santiago a mil, Antofadocs; Todos somos diferentes, entre otros, y actualmente se encuentra terminado la trilogía teatral "Antofagasta patrimonial rescatando nuestra historia", con la obra "Seco" una plataforma escénica en defensa del patrimonio humano.

¿Cómo llegas al teatro?

- El teatro ha sido mi mundo desde siempre, mi pasión... desde niño sentía la necesidad de expresar, comunicar, contar algo. Había un mundo interno moviéndose, sentía curiosidad por naturaleza y necesitaba llevarla a un escenario, a una plataforma de comunicación masiva y efectiva, de manera tal que el mensaje que quería entregar se difundiera lo máximo posible. Así fue que descubrí que lo mío eran las tablas.

¿Cómo ha afectado la pandemia al mundo del arte?

- Han sido tiempos difíciles y de adaptación a nuevos formatos. Para el mundo del arte ha sido un periodo muy desafiante, debido a que quedaron truncados muchos proyectos... nuestra profesión es hermosa, pero también tenemos la desventaja que la mayoría de nuestros trabajos son a base de proyectos. Sin embargo también destaco instancias muy valiosas. Por ejemplo, en plena pandemia fuimos capaces de reunirnos como artistas y crear el Sindicato de Actores y Actrices de Chile, SIDARTE filial Antofagasta, donde presido el Comité de Bienestar Social y hemos concretado importantes logros para nuestros socios, como ayuda económica, en alimentos y contención.

¿Qué nos brinda la cultura en tiempos como los actuales?

- El teatro y la cultura nos brindan vida, esperanza, pero también es una forma de reflejar la realidad que estamos viviendo. Es una tremenda oportunidad para dar un mensaje potente para crear conciencia y reflejar lo que estamos viviendo a nivel mundial.

¿Cuáles son tus metas más próximas en esta actividad?

- Esta es una pregunta que me llena de felicidad, ya que en plena pandemia recibí la noticia que había sido favorecido con un proyecto FNDR 2% Cultura, por lo que actualmente estoy dirigiendo mi propia obra llamada "Seco", una plataforma escénica en defensa del patrimonio humano. Entonces a través de la Fundación Arte en el Desierto, de la que soy director ejecutivo, estamos trabajando con un equipo de actores regionales de primer nivel, además de un equipo multidisciplinario que incluye músico, diseñador, historiador y comunicaciones. Todos estamos muy motivados trabajando, con desafíos importantes al momento de realizar los ensayos, pero sin duda, todo esto convierte a esta obra en un montaje único, con un sello especial, imagínate preparar una obra en medio de una pandemia mundial... la esperamos estrenar en marzo, lo más probable es que sea a través de las plataformas virtuales, que por supuesto daremos a conocer con anticipación.

¿Qué recuerdos guardas de tu infancia?

- Los mejores y siempre ligados al teatro, una infancia tranquila y muy familiar. Esperaba con ansias los fines de semana para ir a la casa de mi abuela Coco, quien era la que me apoyaba incondicionalmente en mi proceso artístico. Me regalaba los antiguos cuentos e historietas de mi papá y yo creaba nuevas historias y pequeñas obras que le interpretaba en el patio, bajo el gran jazmín de la casa. La amo, y extraño mucho esas instancias. Lamentablemente murió cuando yo tenía 11 años.

¿A quién o quiénes admiras?

- A mis padres, por la lealtad, unión y compañerismo que se tienen hasta el día de hoy y que en estos tiempos de relaciones tan desechables y rápidas, son una luz de esperanza para las generaciones nuevas.

¿Qué valores buscas en las personas con las cuáles te rodeas?

- Para mí la calidad humana es esencial, entonces si miro a mi alrededor creo que mi entorno cercano, afortunadamente, está formado por personas leales, generosas, solidarias. Por sobre todas las cosas, las personas deben ser empáticas, para soportar vivir en este mundo tan agreste y huraño en que estamos convertidos.

¿Qué libro recomiendas leer?

Algún buen clásico como Shakespeare, Chejov, Strindberg, donde tocan los tópicos universales como el existencialismo, el poder, la pasión, la familia, la vida. Temas imperdibles y de gran cuestionamiento hasta el día de hoy.

¿Dónde esperas estar en diez años?

- Dirigiendo la Fundación Arte en el Desierto, generando proyectos culturales, potenciando los lugares de difícil acceso a la cultura. Y sin duda entregando lo mejor de mí en las diferentes áreas en las que me desempeño como profesional. Espero ser feliz.