Descubren que el bruxismo, tan dañino para la mandíbula, puede ayudar a liberar estrés
El bruxismo (apretar o rechinar los dientes) es un factor de riesgo muy importante que degenera en ocasiones en problemas dentales o mandibulares, pero puede también desempeñar un papel muy positivo para afrontar el estrés y contribuir a liberar tensiones.
Así lo comprobó un equipo de investigadores del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid, España, que concluyeron que el bruxismo que se produce durante la vigilia es beneficioso para liberar estrés.
Se trata de una conducta consistente en apretar o rechinar los dientes, algo que puede ocurrir durante el sueño o bien estando despiertos, destaca esta Universidad en una nota difundida hoy tras la publicación de los resultados de la investigación en Frontiers in Neurology.
"El bruxismo puede desempeñar un papel positivo al ser una forma de liberar estrés que contribuye a un mejor afrontamiento del mismo", explica Xabier Soto Goñi, investigador de la Universidad Complutense y primer autor del estudio.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos escogieron a un grupo de participantes con bruxismo de vigilia y un grupo de sujetos no bruxistas a los que se les aplicaron una serie de cuestionarios psicológicos sobre ansiedad, depresión, personalidad y afrontamiento al estrés, y las puntuaciones fueron comparadas empleando análisis estadísticos.
Aunque los participantes del estudio con bruxismo de vigilia mostraron mayores niveles de ansiedad, somatización y neuroticismo, también presentaron estrategias de afrontamiento más adaptadas que el otro grupo, lo que reforzaría la hipótesis de que la masticación libera tensiones, según los investigadores.
Factor de riesgo
La investigadora Teresa Sánchez, del departamento de Odontología Conservadora y Prótesis de la Universidad Complutense y coautora del estudio, recordó que el bruxismo "es un factor de riesgo en el desarrollo de trastornos temporomandibulares, un conjunto heterogéneo de afecciones neuromusculares que constituyen el segundo problema musculoesquelético más común".
Soto Goñi precisó también que, aunque su etiología continúa sin estar clara, el bruxismo se ha relacionado en numerosos estudios con niveles elevados de estrés, ansiedad o depresión.