"Complejo y perfectible": la evaluación de los profesores sobre el proceso 2020
DESAFÍO. Docentes de diversos establecimientos en Antofagasta, explicaron los pros y contras de la metodología online para el proceso formativo en contexto de pandemia.
Como un año difícil, tedioso y desafiante en más de un sentido, es descrito el proceso curricular del 2020 por diversos profesores tanto de establecimientos públicos como privados en Antofagasta.
El paso a la metodología online a raíz de la pandemia dejó entrever diversas problemáticas en el contexto educacional; no todos los alumnos tenían las herramientas para continuar el proceso educativo desde casa y no todos los profesores tenían los conocimientos tecnológicos y de navegación para impartir clases remotas.
La situación, explicó Lorena Fernández, profesora de música en el Liceo Artístico Armando Carrera González, trajo muchas dificultades para algunos estudiantes.
"Todo lo que estaba planeado para este año, se tuvo que modificar completamente. Fue complejo, pero no siento que no hayamos podido hacerlo. Tuvimos que ser más creativos de lo habitual. Para los niños fue más complicado, ya que el estudiante siempre tiende a dejar todo para última hora, al menos la mayoría, y eso les traía dificultades después", precisó.
Acotó que "no pienso que el proceso sea satisfactorio, porque hay muchos vacíos. Se hizo todo el esfuerzo por parte del colegio, pero muchos apoderados no respondieron y creo que ahí van a quedar hartos vacíos que tendremos que resolver más adelante con esos niños".
Atención
Para el profesor de Lenguaje de la Escuela Básica Las Américas, Carlos Woldmart, el hecho de que se dejara de obligar a los alumnos a conectarse a clases con la cámara activa, permitió que muchos de ellos dejarán de participar, lo que en algunos casos también perjudicó el proceso.
Debido a ello, como una forma de aumentar el nivel de participación de sus estudiantes en el formato online, tuvo que recurrir al cosplay, con tal de llamar la atención de sus estudiantes.
"Tuvimos que adaptarnos a este nuevo estilo y formato de clases; fue complejo para comunicarnos con los niños, con los apoderados, para poder comunicarnos entre nosotros. No es llegar y hacer clases a través de la plataforma zoom, porque uno al final no tiene el contacto con los niños y eso nos juega en contra. Es muy difícil mantener la atención de un niño, si se aburre será muy difícil que te tome atención", dijo.
Según relató, el primer cosplay que hizo, fue de Darth Vader, precisamente para explicar qué era la ciencia ficción. "Cuando vieron el traje, la máscara y todo, quedaron impactados, fue una sorpresa, empezaron a preguntarme si había visto al profe. Así que después de un rato me saqué la mascará y le dije quien era y que esa experiencia que habían vivido, era ciencia ficción, y bueno, no se les olvidó más".
Una experiencia similar, relató la profesora de Lenguaje y Literatura, en el ISCA, Melissa Osorio, quien comentó que como una forma de mantener a sus estudiantes motivados y participativos, fue necesario recurrir a herramientas online mucho más modernas, como juegos y plataformas de aprendizaje. Un proceso que no fue igual para todos.
"Para aquellos alumnos que se pudieron conectar, el teléfono celular fue el gran salvador de este año pandémico, ya que no todos tiene acceso a tablet o notebook. El celular se convirtió en el salón de clases, y en general quienes pudieron tener clases online, tuvieron un avance bien positivo", precisó.
Acotó que aquellos alumnos que no tuvieron las mismas posibilidades, tuvieron que seguir el proceso mediante guías donde también se incluía el trabajo con los padres.
"La materia era la misma, solamente que por temas de que un papel no te puede llevar a un hipervínculo, o a una presentación online o un juego, tratábamos de que la participación del niño también pudiese ser con la familia, de que el alumno pudiera integrar a los padres", dijo.
Esfuerzo
Sobre el punto, el profesor de Música en el Colegio República Estados Unidos, Pablo Martínez, explicó que para que el proceso educativo de este año fuese mejor, dada las circunstancias, mucho tuvo que ver el empeño y compromiso de los estudiantes.
"No es lo mismo que estar en clases presenciales; además que en las clases online se suman un montón de factores, como el estrés, el no poder salir, etc. No me atrevería a decir satisfactorio, no ha sido un proceso genial, pero tampoco ha sido tan malo, los niños han sido responsables, han estado presentes, pese a todo han cumplido bien, aun con todas las dificultades y eso es algo a destacar", precisó el docente.
Acotó que otro aspecto que fue importante estar atento como profesor, fue al estado anímico de los niños. "Pese a que es un proceso educacional, ellos se mostraron agradecidos por el apoyo emocional".
Pablo, Martínez,, profesor de música
"Yo no calificaría este proceso como satisfactorio, pero tampoco tan malo, me quedo con el esfuerzo de los alumnos".
Carlos, Wormald,, profesor de lenguaje
"El asunto es simple, un niño o sentirá curiosidad de lo que le enseñas o se va a aburrir, y si eso pasa, no pondrá atención".
Melissa, Osorio,, profesora
de lenguaje
"Para aquellos alumnos que se pudieron conectar, el telefóno celular fue el gran salvador de este año pandémico".
Felipe, Tello,, profesor de música
"No diría que fue satisfactorio, diría que es un año donde se lograron objetivos curriculares. Hay que ser optimista".