Karen Elena Cereceda Ramos

De acuerdo a las cifras del Censo de 2017, en la región de Antofagasta hay 10 mil 446 personas que declararon pertenecer al pueblo Quechua, sin embargo no todos ellos son hablantes nativos de su lengua o la conocen a cabalidad, ya sea porque dejó de transmitirse de generación en generación, por la inmigración de las familias a zonas urbanas en las que no se habla esa lengua e incluso, por temor a ser discriminados.

No obstante ello, en esta zona, la lengua quechua se niega a desaparecer, por el contrario se están realizando diversas iniciativas con el objetivo de revitalizarla y difundirla no sólo a quienes pertenecen a este pueblo sino que a la comunidad loína que esté interesada.

En Calama los encargados de conservar este idioma son los integrantes del Consejo Lingüístico Quechua, quienes desde 2005 vienen realizando talleres a nivel básico, orientado especialmente a los adultos.

Fue, a propósito de esta iniciativa, que surgió la necesidad de poder contar con material que les permita realizar de mejor manera este proceso de enseñanza de la lengua y que gracias al apoyo del ministerio de la Cultura y las Artes, a través de la subdirección de Pueblos Originarios, se creó la "Guía para la enseñanza de la lengua Quechua", y cuya segunda edición, se lanzó esta semana en Calama.

Miguel Urrelo, actual presidente del Consejo Lingüístico Quechua comentó que el objetivo de esta guía es, "ordenar el proceso de revitalización sobre todo porque esto va creciendo y hay nuevas personas que van a enseñar la lengua quechua, entonces necesitábamos establecer un orden al que podamos recurrir para que, cuando se hacen diferentes cursos, vayan todos paralelos y progresen de igual manera", señaló.

Agregó que este texto será distribuido principalmente entre quienes están a cargo de realizar los talleres.

La guía consta de 24 clases en las que se enseña desde el grafemario, los saludos, pronombres, adjetivos, la conjugación de verbos , el tiempo , entre otras temáticas. Además cuenta con modelos para las evaluaciones.

Rescate

Jenny Véliz, encargada de la subdirección de Pueblos Orginarios del Servicio Nacional del patrimonio cultural de Antofagasta, destacó la importancia que tiene el lanzamiento de esta guía para contribuir al rescate de esta lengua.

"Es un material de estudio muy importante para nosotros, porque nuestro fin ha sido contribuir a la revitalización cultural y en este caso a la lingüística del pueblo Quechua en el territorio", explicó.

Dijo también que es el fruto de un largo proceso de trabajo conjunto entre la subdirección y los integrantes del consejo. "Hemos tomado todas las decisiones en conjunto, se han conversado sobre las necesidades que hay para la revitalización y por lo tanto, este ha sido un proceso consensuado bajo el enfoque de derecho que es como nosotros estamos trabajando", puntualizó.

Lengua

El Quechua es una de las seis lenguas indígenas actualmente en uso en distintos grados de cobertura y reproducción en Chile.

A la llegada de los españoles a la zona, hoy conocida como Sudamérica, a mediados del siglo XVI, esta lengua era la más usada y extendida al ser la lengua oficial del imperio Inca, razón por la cual los sacerdotes provenientes de Europa promovieron el uso del Quechua para evangelizar.

Miguel Urrelo explica que actualmente, " tenemos nuevos hablantes con presencia aquí en la zona, pero son migrantes recientes ya sea de Bolivia y Perú y algunos que hablan muy bien la lengua quechua", dijo y agregó que en El Loa la mayoría de los hablantes nativos se encuentran en Ollagüe.

Finalmente señaló que hay cerca de 80 palabras que habitualmente usamos los chilenos sin saber que provienen de la lengua Quechua, "como cancha, guagua (wawa), charqui, yapa en la feria, son muchas las palabras que día a día se usa en el castellano y que corresponden a nuestra lengua", explicó el presidente del Consejo Lingüístico.

"Hay nuevas personas que van a enseñar la lengua Quechua, entonces necesitábamos establecer un orden al que podamos recurrir para que, cuando se hacen diferentes cursos, vayan todos paralelos y progresen de igual manera".

28 grafemas constituyen la lengua Quechua, de ellas tres son vocales (a, i, u) y 25 son consonantes y tiene reglas diferentes al castellano.

Miguel

Urrelo

Consejo

Lingüístico

Quechua

Niñas y niños beneficiarios de las diferentes ollas comunes de Calama participaron de una actividad, en la se les invitó a plasmar en un dibujo la realidad que han presenciado durante este año.

Se trató de una iniciativa organizada por la agrupación "Olla Común Calama", en la que participaron 31 niños y niñas cuyas obras se dividieron en dos categorías: de 3 a 6, y de 7 a 12 años.

"En su sinceridad e inocencia, manifestaron lo que han estado viviendo terriblemente estos últimos meses, donde hablan de un Estado que los ha abandonado junto a sus familias. Cómo no emocionarse frente a todos esos sentimientos tan puros de aquellos niños y niñas", señala Miguel Véliz, presidente del Sindicato de Trabajadores Nº3 de Codelco Chuquicamata, que fue parte del jurado.

En esta misión lo acompañaron Juan Galindo, tesorero Sindicato de Trabajadores SGS Minerals, Ruth Carrazana, de la Coordinadora por la Defensa del Río Loa y la Madre Tierra, Alejandro Lara, aportante particular y David Vera, profesor de artes y miembro del Colegio de Profesores; todos ellos donantes permanentes de la agrupación, que entrega alrededor de 800 raciones de almuerzo semanales, a distintos sectores de la comuna.

"El concurso me pareció una buena iniciativa para los niños, porque los ayudó a motivarse y hacer cosas distintas. Siempre están haciendo sus tareas, pero ese dibujo para ellos fue algo especial, porque dibujaron algo que estaban viviendo", comentó Nataly Alvarado, madre de Darlyn Cortés de 5 años, que obtuvo el primer lugar de su categoría.

Aunque se entregaron diez menciones honrosas a quienes obtuvieron calificaciones destacadas, solo hubo dos primeros lugares. En el caso de la categoría mayor, la ganadora fue Tamara Peñaloza, que a sus 10 años tiene plena consciencia del valor de esta red. "Lo que más destaco de la olla común, por mí y mi familia, es la generosidad y el tiempo que se dieron para cocinar para nosotros y muchas más personas. Es algo muy admirable", explicó.

Comprendiendo que la crisis no se ha superado, desde la agrupación realizan un llamado a particulares, empresas, gremios y agrupaciones sindicales, a acercarse a conocer el trabajo de los territorios en que están presentes, y a aportar para seguir permitiendo que cientos de familias de la comuna de Calama, sigan recibiendo una muestra de dignidad, reflejada en un plato de comida.