ONU: El CO2 en la atmósfera aumentó en cuatro años lo que antes tardaba 200
CALENTAMIENTO GLOBAL. Desaceleración de la producción industrial y confinamientos de la pandemia no han servido para disminuir los gases de efecto invernadero.
Efe
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el mundo ha llegado a una concentración de dióxido de carbono (CO2) de 410 partes por millón, con respecto a las 400 partes por millón registradas en 2015, que ya se consideraban un récord alarmante. Es decir, el CO2 -principal gas causante del cambio climático- ha aumentado en los últimos cuatro años, tanto como cuando la Tierra pasó del periodo glaciar, al actual interglaciar, transición que tomó entre 100 y 200 años.
Lo anterior, pese a la desaceleración de la producción industrial en los primeros meses de la pandemia y los confinamientos que afectaron a gran parte de la población mundial -provocando la disminución del uso del transporte aéreo y terrestre-, hechos que finalmente no han servido para bajar la curva ascendente de los gases de efecto invernadero.
Así lo explicó el secretario general de la agencia meteorológica de Naciones Unidas, Petteri Taalas, quien dijo que las cuarentenas masivas pueden haber disminuido la emisión de agentes contaminantes y gases invernadero, como el CO2, pero no han tenido ningún impacto significativo en su concentración en la atmósfera.
El calor que este fenómeno produce está detrás del aumento de la temperatura global, de la subida del nivel del mar y su acidificación, del deshielo y de la violencia de algunos desastres climáticos, como los recientes huracanes en el Atlántico.
Taalas recordó que desde 1990 el forzamiento radiativo (diferencia entre la insolación absorbida por la Tierra y la energía que irradia de vuelta al espacio) ha aumentado un 45 por ciento, reforzando el calentamiento del planeta.
Todos los gases de efecto invernadero tienen un periodo prolongado de vida, pero el CO2 que representa el 80 por ciento del total, es el que más dura, pudiendo quedarse cientos de años en la atmósfera y más tiempo en el océano.
"La última vez que la Tierra experimentó una concentración de CO2 comparable fue hace tres a cinco millones de años atrás, cuando la temperatura era de dos a tres grados centígrados más y el nivel del mar de 10 a 20 centímetros más elevado, pero en ese entonces no había 7.700 millones de habitantes", comentó Petteri Taalas.
El científico y responsable de la OMM dijo que estos resultados son principalmente consecuencia del uso de combustibles fósiles, entre los cuales se está observando una ligera disminución del carbón, pero un aumento del consumo de petróleo y gas.
Taalas planteó que la solución es impulsar las energías renovables y se mostró partidario de la energía nuclear en ciertos casos, como el de China. Observó que el mayor problema de esta tecnología es el desecho nuclear, pero al mismo tiempo señaló que no se puede cerrar los ojos al hecho de que "algunos países, como China, necesitan enormes cantidades de energía" y que la energía nuclear "podría responder a esas necesidades masivas", recordando además que ahora existen nuevas formas de construir centrales nucleares y de tamaños más pequeños.
Muertes prematuras
En paralelo, el informe de 2020 de calidad del aire de la Agencia Europea del Medioambiente, concluyó que la mejora de la calidad del aire en la Unión Europea (UE) evitó 60 mil muertes prematuras al año por la alta concentración de partículas finas, en 2018; una mejoría del 54% respecto a 2009, atribuida a las políticas climáticas y que -pese al avance- sitúa en 379 mil el total de muertes anticipadas, añadiéndose decesos tempranos ligados al dióxido de nitrógeno (NO2) y al ozono troposférico.
El informe muestra que seis estados miembros (Bulgaria, Croacia, República Checa, Italia, Polonia y Rumanía) de los 28 analizados, excedieron los límites de partículas finas en 2018, de acuerdo con los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
1990 fue el año en el que
3 comenzó a incrementarse hasta el 45% actual el