Apollinaire
El poeta Guillaume Apollinaire, cuyo nombre era Wilhelm Albert Wlodzimierz Apolinary de Kostrowicki, nació el 28 de agosto de 1880, en Roma. El representa al verdadero inspirador de todos los descubrimientos poéticos en nuestro tiempo. Vivió su ensayo "El Espíritu Nuevo", aparecido por primera vez en español, en 1919, en la revista "Cosmópolis". Allí fijó rumbos para penetrar, resueltamente, en "lo nuevo".
"¿Pero es que no hay nada nuevo bajo el sol? ¡Absurdo! Mi cabeza ha sido radiografíada. He visto vivo mi cerebro. ¿No es esto nuevo?"
Esta consigna importaba la resolución de avanzar, sin miedos, a todos los puntos de la Rosa de la Inteligencia. Apollinaire pensaba que:
"La sorpresa es el gran nuevo resorte. Por la importancia que concede a la sorpresa, el espíritu nuevo se distingue de todo los movimientos artísticos y literarios que le han precedido. En este punto se destaca de todos y no pertenece más que a nuestro tiempo".
Por su lealtad a estas ideas, Apollinaire se halló en la primera trinchera de la creación. A él le debemos la ordenación del Ideario Cubista, en la exposición de Bruselas, en 1911. Su amistad con Braque y Picasso resultó decisiva para las nuevas formas de encarar la pintura de nuestro siglo. En 1917, creó la palabra Superrealismo, con lo que se anticipó a Bretón y Aragua, de quienes fue una especie de alegre, amable y maravilloso abuelo de sus versos.
Su aporte más espectacular es el poema-dibujado, el "Caligrama", base de un "lirismo visual", suprimidos los signos de puntuación. Esta riqueza del espíritu de Apollinaire llevó a escribir a Enrique Díez-Canedo que: "Todas las escuelas de vanguardia tienen algo suyo".
Al decidir tributarle nuestro fervor, elegimos aspectos de su poesía que contuviese sugestiones de línea y de color, para expresarlo: "Apollinaire es una veta larguísima y rica, inagotable, siempre nueva"
Apollinaire falleció el 9 de noviembre de 1918, en París.
Andrés Sabella, El Mercurio de Antofagasta,1981