"El futuro está en las energías renovables"
IDENTIDAD. El periodista Rubén Salinas apuesta por el desarrollo más allá de la industria minera en la zona.
Fue en 2017 cuando Rubén Salinas Soto (36) tomó una decisión importante y cambió su trabajo de editor general del departamento de prensa de TVN Red Atacama por una vida afincada en el mismo Calama que lo había visto partir profesionalmente en el 2011.
"No me gustó, no me adapté, veníamos de Calama con mi esposa -la también periodista Priscila Herlitz con quien tuvo a Josefa de dos años, su única hija- y el tema laboral no es muy potente. Tomamos la decisión de regresar, teníamos un emprendimiento que estaba andando bien y queríamos ser padres pero sin que yo estuviera trabajando en prensa. Así que nos vinimos", relata el periodista antofagastino titulado en la Universidad del Mar y que en sus años de infancia en Iquique ya apuntaba a dedicarse a las comunicaciones.
-¿Siempre te gustó la tv?
Me cargaba la tele... Estudié periodismo porque quería trabajar en radio. Desde chico que jugaba a hacer radio en la casa, relataba los partidos de fútbol de mis amigos en el barrio. A los 16 años se dio la oportunidad de trabajar en la radio municipal -Iquique- y a los 18 me fui a trabajar a la Radio Neura, transmitíamos cuatro horas desde Playa Brava en los veranos. El periodismo de tv lo encontraba superficial, sentía que los periodistas se creen más importantes que la noticia. Creo que nunca encajé con ese parámetro.
-Pero te instalas en Calama por tu trabajo en TVN...
Llegué en 2011 a trabajar con una productora que trabajaba para Codelco. Y un año después se me presentó la oportunidad en TVN, me recomienda Felipe Arredondo que era camarógrafo y a quién conocí en la práctica en Canal 13 en Antofagasta y ahí partí. Me tocó estar en la cobertura de casos súper fuertes porque esa era la época de las protestas sociales. Me tocó reportear los primeros días del Caso Kurt Martinson, el caso de Mateo, donde entrevistamos al padrastro que después confesó el crimen. Conocí muchos lugares increíbles gracias a ese trabajo y también a mucha gente valiosa ...
-¿Se vuelven a Calama por un tema netamente laboral?
Es que a nosotros como familia nos gusta la zona, yo me siento un calameño más, si llegué a esta ciudad con un bolso con ropa y ganas de surgir y hoy estoy casado, con familia y compramos nuestra casa en Calama. Soy un agradecido eterno de la ciudad. Me gusta el clima, el sol, eso que la ropa se seca en dos minutos, me encanta el interior de la provincia. Mis suegros viven acá, yo tengo familia cerca en Iquique y Antofagasta... Ahora, es indudable que también tomamos esa decisión porque las oportunidades laborales que te entrega Calama no te las entrega en otra ciudad, ni el nivel de ingresos. Acá estaba el futuro y hoy estamos haciendo emprendimiento.
-Te tocó llegar en una primera etapa justo en la época de las reivindicaciones sociales...
Sí... Y uno lo iba notando en el cambio del discurso, en eso de entender que esta zona tiene una importancia fundamental en lo económico y en cuanto a los recursos para el resto del país. Como que la reivindicación y la identificación aparece en esta década y también con el discurso de la gente que venía llegando. Ya no es como el minero de Chuqui o Cobreloa como lo único que le da sello a la ciudad. Ahora hay una conciencia de que Calama es importante social y económicamente para el país.
-Cuánto ha cambiado el calameño en estos últimos diez años...
Siento que la gente entendió que Calama es mucho más que minería. Si bien sigue siendo fundamental en la economía a nivel regional y del país, se entendió que aquí hay muchas cosas que se pueden hacer y desarrollar... Por ejemplo, nosotros con nuestra empresa que es Acción 360 estamos ejecutando la segunda feria de emprendedores, con recursos estatales y con la pandemia creamos el primer mercado digital del Loa. Tenemos 41 empresas asociadas y ahí te das cuenta de que hay mercado y cabezas pensantes para ir desarrollando nuevas ideas, todos muy orgullosos de ser de la zona.
-¿Dejar de esperar que lleguen las reivindicaciones y empezar a generarlas nosotros mismos=?
Por ahí va. Creo que la gente entendió que depende de nosotros sacar esta cuestión adelante porque si nos quedamos a esperar que los políticos hagan algo, vamos a terminar con las calles súper bien pavimentadas pero con ningún parque decente o iniciativa potente que pueda sacarnos como de esta zona de oscuridad en términos urbanísticos.
-¿Será que la gente entendió qué se necesita y está generando esa necesidad?
Yo estoy convencido que la gente ya sabe qué necesidades tenemos, como por ejemplo, tener una ciudad más amigable y no depender sólo del Parque El Loa como único lugar donde ir a pasear. En los últimos cuatro años, en la alcaldía se dedicaron solo a pelear, no se adjudicaron ningún proyecto FNDR de desarrollo importante, la única idea importante que presentaron era una maqueta copiada de una iniciativa en Texas y los perjudicados somos nosotros, los que vivimos acá. No me acuerdo de alguna inauguración potente en los últimos cuatro años. Las decisiones se han tomado mal y la gente ya se dio cuenta.
-¿Que te gustaría ver?
Me imagino un boulevard de restaurantes y servicios en el mismo Parque El Loa y otras iniciativas como la de ciudades que potencian la calidad de vida y aunque los trabajadores tengan 7x7, finalmente van a elegir venirse a vivir acá. En Iquique, donde me crié que la gente llegaba a matutear a la Zofri y no conocía la ciudad hasta que llenaron el sector de Cavancha con restaurantes y entretención y le cambiaron la cara a la ciudad.
-¿Y en esa dinámica de desarrollo emergente e independiente de la minería, por dónde crees que apuntaría un mejor futuro para Calama?
Paralelo a la minería, el futuro está en las energías renovables, la eólica, la fotovoltaica.. . El Parque Eólico que está en construcción es una atracción y hay que sacarle partido. Y el desarrollo turístico es clave. Chiu Chiu, el Pukará de Lasana, los hallazgos paleontológicos, el sector de La Cascada. Evitar que el turista llegue al aeropuerto y parta a San Pedro. Me imagino una Calama súper potente en el futuro, muchos más cosmopolita que la de hoy y que seguirá siendo muy relevante en términos económicos...