Aumento en la deuda de hogares
El indicador no es sorprendente considerando el contexto; ya vendrán tiempos de mayor calma si tomamos medidas correctas ahora. Puede sugerirse mucha cautela a las familias y privilegiar el ahorro; no es el momento para gastos importantes; asimismo, las empresas que puedan apoyar a sus trabajadores en estos momentos.
Un máximo histórico anotó la deuda de los hogares del país durante el segundo trimestre de 2020, informó el Banco Central a través de su Informe de Cuentas Nacionales por Sector Institucional. Un resultado previsible considerando el delicado momento económico que sufren muchas familias.
La data precisa que la deuda total de los hogares como porcentaje del ingreso disponible se situó en 76,4% -lo que no debe interpretarse como carga financiera o pagos realizados por concepto de deuda-, equivalente al 50,7% del PIB. La cifra superó el récord anterior de 75,4%, correspondiente a los tres primeros meses del presente año.
Otro dato relevante es que el ingreso disponible bruto de los hogares disminuyó 8% respecto al segundo trimestre de 2019.
El contexto es el siguiente: se han perdido casi dos millones de puestos de trabajo en el país; el desempleo está en dos dígitos, 13% en la región, pero afectando al 27% de la masa disponible para emplearse. El número es brutal y es comparable a crisis de magnitud como la 1982.
A sabiendas que el endeudamiento es un asunto muy determinante en las familias chilenas, el asunto es muy complejo. Eso explica -por ejemplo- el éxito que tuvo el retiro del 10% de los fondos de AFP y la discusión ante una posible segunda extracción: no se trata de una medida feliz, pero es explicable considerando el deterioro que ha significado para las personas el quedarse sin empleo, ver recortados sus ingresos o la existencia de una mera amenaza para el futuro.
El asunto no tiene una solución única, por cierto. Por un lado, puede sugerirse mucha cautela a las familias y privilegiar el ahorro; no es el momento para gastos importantes; asimismo, las empresas que puedan apoyar a sus trabajadores en estos momentos, deben hacerlo: es un tiempo para cuidar los trabajos. Finalmente, el gobierno, debe abrirse a nuevas posibilidades de ayuda, mientras desarrolla e implementa las acciones que permitirán la activación económica.
Es un momento que exige solidaridad y preocupación por el otro. Solo el apoyo mutuo generará esperanza y una mejor solución para todos.