Mario Vernal nació en el puerto de Iquique el 14 de septiembre de 1959, pero es un antofagastino de tomo y lomo.

Ingeniero, escritor, pero por sobre todo músico, es autor y líder de Punahue, una de las mejores agrupaciones del norte, por las creaciones y rescate de la identidad del territorio.

¿Cuál es el recuerdo de tus padres y cuál fue su mejor enseñanza?

- Tengo un gran recuerdo, ambos eran profesores y artistas comprometidos con el teatro regional. Mi relación con ellos fue de amigos. Echo de menos nuestros debates sobre infinidad de cosa; la contingencia, el arte, la política, la vida, en fin.

De mi madre heredé el gusto por el análisis musical y de mi padre el amor irracional al territorio. Creo que la mejor enseñanza que me dejaron ambos fue la perseverancia, ese "seguir adelante pese a todo".

¿Eres ingeniero civil y músico… ¿Cómo conviven esas dos identidades?

- No es muy difícil. Los antiguos griegos decían que la música es el lenguaje de las matemáticas en movimiento. Por eso muchos músicos provienen de los números.

Estás promocionando un nuevo trabajo… Y en vinilo… ¿Por qué decidiste ese formato?

- Sí, mi nuevo trabajo se llama "El mágico sonido del Desierto de Atacama", subtitulado -músicos y poetas retratan el norte de Chile.

En él se describen musicalmente los paisajes del desierto y sus textos retratan los diversos mundos humanos que co-habitan en éste, como el mundo andino, el pampino, el promesante, el pescador, el citadino, etc.

Aparte de mis textos adapté poemas de destacados escritores nortinos, como Hernán Rivera, Nelly Lemus, Mario Bahamonde, Wilfredo Dorador, Andrés Sabella y Patricio Rojas, configurando así una obra muy emotiva.

Se eligió el formato vinilo para evocar esa pieza artística icónica. El cuadro usado en su carátula fue realizado -especialmente para el disco- por el artista Raúl "Lito" Navarrete. Es un formato que puede ser usado como souvenir.

Quiero aquí destacar el aporte del músico y tecladista Carlos Wastavino, así como el de Aurora Collao, Mirko Zuljevic, Ricardo Monje, Sergio Valencia, Marioly Fredes, Vladimir Cristi y Evelyn Creus.

¿Cuántos discos llevas publicados?

- Me ha tocado ser el director musical y productor de 13 discos al frente de la agrupación musical que fundé y cree, llamada hoy Punahue Banda por su nuevo formato flexible, ya que está integrada por músicos que se van incorporando dependiendo de la magnitud del proyecto que se aborde.

¿Qué poema o canción te identifica?

- La canción que más me identifica se llama "Manifiesto" de Víctor Jara, porque es una declaración de principios del cantor, dice: "Yo no canto por cantar, ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón".

Otra canción más cercana, porque la compuse yo, es sobre un texto de Nelly Lemus, se titula "Canción para que no duermas" y dice: "No duermas mi joven hay mucho que hacer, cantar alegrías al amanecer", es un tema que nos señala un itinerario, habla de esperanza y futuro.

¿Qué es lo mejor de ti?

- Es una pregunta que tal debieran responderla aquellos que me conocen, pero pienso que tal vez sea la dedicación y perseverancia en el cumplimiento de mis proyectos, aquello -como dije recién- fue una enseñanza que heredé de mis padres.

¿Qué características definen a los nortinos?

- Pienso que el verdadero nortino es aquel que siente al norte profundamente, tal como lo define Hernán Rivera en la canción "Canto al Norte" donde dice "El norte del que yo hablo es el norte del alma, ese cartografiado en la piel de la cara, el que habita conmigo, el que tengo por casa".

¿Qué espacio de la región es el que más te gusta y por qué?

- Amo las planicies que cubren nuestro territorio, porque nos regalan todo tipo de formas y colores, son paisajes vivos que van cambiando con el correr del día. Esa magnificencia que nos muestra este desierto te hace sentir pequeño y comprender que la existencia del hombre sobre él es casi una anécdota para el planeta.

¿Qué cosa has aprendido en estas semanas y meses tan inciertos?

- Me ha confirmado la fragilidad de la vida. Que nuestra existencia es tan solo un pequeño destello de luz en la eternidad del tiempo. Me ha hecho ver que a veces -por el tráfago de la vida- olvidamos decirle a aquellos que amamos lo importante que son para nosotros. Me ha hecho meditar mucho sobre el valor de las cosas simples, como hacer música por ejemplo.