Nuevas formas de trabajar
Debido a la pandemia, miles de personas comenzaron a trabajar desde casa, acelerando una innovación que venía ganando terreno en el mundo. El teletrabajo ofrece ventajas, aunque también impone desafíos. Se trata de un tema nuevo, al cual habrá que adaptarse, porque ya está aquí, y cuando la pandemia pase, seguirá presente.
Cuánto nos habrá cambiado la vida la pandemia, está por verse, pero existe certeza que muchas cosas ya no serán como antes, ni en el plano social, ni en el sanitario, ni en otros. El virus puso las cosas de cabeza en muchos sentidos y el mundo post pandemia deberá adaptarse a una nueva realidad que aún no somos capaces atisbar.
En el ámbito laboral ya se anticipan revoluciones. Debido al cierre de las oficinas, un gran número de empresas implementó sistemas de trabajo remoto o "home office", lo que les permitió seguir operando de manera segura en los peores días de la crisis.
Aunque con tropiezos, vacíos e incomodidades, el sistema demostró servir, iniciando a miles en una nueva forma de trabajo que llegó para quedarse.
Al respecto, un estudio de la consultora de recursos humanos Randstad, realizado a más de 400 tomadores de decisión de diferentes sectores, reveló que el 75% planea mantener la modalidad de teletrabajo una vez finalizada la crisis. Un 63% lo hará solo algunos días y 12% lo implementará a tiempo completo.
Del 25% restante, 15% reconoce que aún no ha tomado una decisión al respecto, mientras solo 8% dice que todos deberán volver a la oficina y 2% no ha implementado teletrabajo en este tiempo.
Las áreas en que más se consolidará el teletrabajo, según Randstad, son Administración & Finanzas, con 82%; Recursos Humanos, 71%; y Marketing & Comunicaciones, 62%. Le siguen Tecnología (58%), Compras (52%) y Legal (49%).
El teletrabajo ofrece ventajas, aunque también impone desafíos. En lo primero, es más seguro y cómodo para muchos, optimiza horarios, elimina ciertos costos y facilita la incorporación al mundo laboral de mujeres y jóvenes. Pero en la otra cara, tiene efectos poco estudiados en el entorno familiar, trastoca las relaciones de los equipos laborales, dificulta el seguimiento de las tareas y -según algunos- pone al trabajador en un contexto de mayor estrés, al difuminar la línea que separa al hogar de la oficina.
Se trata de un tema nuevo, al cual habrá que adaptarse desde lo legal, lo profesional y lo social, porque ya está aquí, y cuando la pandemia pase, seguirá presente.