"Necesitamos comunicarnos con los demás"
ANTOFAGASTINIDAD. Óscar Alberto Ascencio, director regional de ProChile.
Óscar Alberto Ascencio Alarcón nació en Concepción en 1971 y desde hace poco es el nuevo director regional de ProChile.
Casado y con tres hijas, proviene de una familia de clase media del sur del país, que sumó tres hermanos.
"Estudié ingeniería civil con especialidad en informática, en la Universidad Técnica Federico Santa María. Con posterioridad, cursé un MBA en la Universidad Adolfo Ibáñez, luego el Magister en Políticas Públicas en la Universidad de Chile y varios programas de diplomado relacionados con economía, negocios, emprendimiento e innovación".
¿Cuál es la principal enseñanza de tus padres?
-Muchas cosas. Resalto habernos transmitido la convicción de que el estudio y el trabajo son la base para el progreso en la vida.
¿Qué suele ser lo primero que piensas al despertar?
- Es muy diverso. En general, pienso en mi familia, en los compromisos pendientes, en el trabajo, etc. También pienso en la situación económica y social que afecta a la región y a todo el país. Creo que hoy en día contar con trabajo es una verdadera suerte y un privilegio. Y pienso que quienes estamos en la Administración Pública tenemos un imperativo ético -e incluso moral- de trabajar con un gran sentido de urgencia, de manera eficiente y eficaz en el resguardo y uso de los recursos públicos, para la provisión de más y mejores bienes públicos a la ciudadanía.
¿Qué te gustaría que los demás supieran de ti?
- Desde el punto de vista laboral, espero que el equipo interno sepa que puede contar con mi ayuda, colaboración y compromiso en el logro de los objetivos institucionales y regionales. Asimismo, quisiera que las empresas de la región, las instituciones y, en general, los actores claves, sepan con total claridad que la misión de la Dirección Regional de ProChile, y la mía en lo personal como Director de la misma, es contribuir y apoyar a desarrollar la capacidad exportadora de las empresas pequeñas y medianas y, por lo tanto, nos obligamos a estar (y estaremos) siempre a disposición de todos ellos.
Has tenido una importante presencia en empresas internacionales y el extranjero. ¿Qué aprendiste allí?
- Varias cosas. En lo global, he visto el valor de la diversidad -en el sentido más amplio (género, raza, culto, nacionalidad, idioma, etc.)- como un verdadero activo organizacional en el diseño de soluciones y el crecimiento y desarrollo de la actividad principal de cada empresa o institución. Aprendí, en consecuencia, las ventajas comparativas que tienen países históricamente cosmopolitas en relación a otros con idiosincrasias más bien 'insulares', como la nuestra. Por eso es que me parece que aprendí definitivamente, ya de adulto, que las diversas formas de discriminación y prejuicios son un lastre que hay que soltar para navegar bien y mejor.
¿Qué te gustaría desarrollar al mando de ProChile?
- La Dirección Regional de ProChile Antofagasta, en línea con la institución, tiene como misión contribuir al desarrollo económico regional por medio del incentivo y la colaboración a empresas en su actividad exportadora y luego en la fase de internacionalización, como asimismo a la atracción de la inversión extranjera, el turismo y el desarrollo de la marca país.
En ese contexto, y atendida la realidad sanitaria, económica y social, intentaremos contribuir a la diversificación de la matriz productiva regional poniendo a disposición de las empresas locales con potencial exportador de todas las herramientas e instrumentos de que dispone ProChile, así como también la inteligencia de mercados y los servicios de apoyo en la red de 56 oficinas comerciales alrededor del mundo.
Nuestro foco estará en potenciar la exportación de servicios, industria 4.0, industrias creativas y alimentos con valor agregado, con acento especial en la atención de empresas relacionadas con pueblos originarios, mujer, innovación y sustentabilidad. Espero que podamos ser un buen socio de las empresas locales.
¿Qué cosa has aprendido en estas semanas y meses tan inciertos?
- No sé si pudiera acotarlo exactamente a este periodo, pero he visto en todos la necesidad de comunicarnos desde lo esencial, con tiempo, sin apuro. Pareciera ser contradictorio, pero en la urgencia de esta época necesitamos tomarnos mucho más tiempo para contactarnos con los demás y con nosotros mismos.
En tiempos tan convulsos ¿qué consejo le darías a personas que no conoces?
- A lo más, me atrevo a dar quizás una "sugerencia", porque la realidad del otro es tanto o más compleja que la propia. Sugeriría poner el foco en el cuidado físico y mental de quienes queremos y de nosotros mismos. Nada, creo yo, tiene más valor que nuestro núcleo. Y ser prudentes, cuanto más con el resto que con nosotros, sobre todo en ese ejercicio tan humano de evaluar y juzgar.