El entendible temor a los rebrotes
Las autoridades sanitarias preparan los equipos médicos ante la posibilidad de una nueva oleada de casos, la que ocurrirá de no haber un cambio de actitud en la gente. Calama tiene que retomar sus actividades conocidas, pero bajo un protocolo estricto de cuidados. Aprender que ya no será lo mismo....
Los médicos jefes del Hospital Carlos Cisternas operan bajo la premisa que Calama, al igual que muchas partes del mundo y como hoy ocurre en Magallanes, vivirá rebrotes del covid-19 que habrá que saber enfrentar. Si bien, es un escenario pesimista, tiene el asidero en que la población no ha cambiado hábitos tan simples como el distanciamiento físico o el lavado permanente de manos, que son de vital importancia para evitar la propagación del mortal virus.
Los facultativos vienen de una experiencia traumática vivida a fines de mayo y junio completo, donde los contagios por coronavirus se multiplicaron a una velocidad insospechada y que lo tuvo fuera de control por varios días. Hubo momentos de angustia, de impotencia ante el ataque del virus del que se sabía y hasta hoy se sabe muy poco.
Fueron jornadas agotadoras e interminables, pero que el personal de salud soportó estoicamente, debiendo lamentar contagios entre quienes conformaban la llamada primera línea.
Pero lo más triste y doloroso fue que muchos de los esfuerzos se hicieron inútiles para salvar la vida de muchos calameños, en algunos casos amigos o parientes.
Hoy la situación ha mejorado, pero existe un creciente temor que ocurran rebrotes cuando las medidas de confinamiento empiecen a ser menos restrictivas. Y lo explican ante la falta de compromiso en el autocuidado después de semanas de cuarentena.
La estrategia para esa eventualidad existe y ha sido compartida con autoridades con el objetivo de soportar una oleada de contagios y de casos graves.
Un panorama que pudiera cambiar si el llamado a la comunidad fuera bien dirigido y sin dobleces. Evitar conceptos que llamen a la confusión como "normalidad" o "superado", porque no hace más que invitar a un desapego a los cuidados y con ello el aumento de los contagios.
Calama tiene que retomar sus actividades conocidas, pero bajo un protocolo estricto de cuidados. Aprender que ya no será lo mismo y que nuestra conducta debe cambiar, pero tiene que ser un cambio inmediato o si no el coronavirus nos seguirá acechando y complicando en nuestras vidas.