"Los momentos los vivo, disfruto y sufro"
IDENTIDAD. Sandra Pastenes Muñoz, consejera regional.
"Soy una persona profundamente optimista", asegura Sandra Pastenes Muñoz, la exgobernadora de El Loa y consejera regional por esa misma provincia desde 2009, quien ve en esta actitud positiva frente a la vida una de las claves para ser "feliz".
Pastenes nació en Chuquicamata en 1959, en el matrimonio compuesto Carmen Muñoz y Alejandro Pastenes, y desde los 12 años participa en política, influenciada por el ambiente familiar, donde se "hablaba mucho de ese tema", y por el mundo sindical, donde participaba su padre.
Si tuviera que definirse como persona, ¿qué destacaría?
-Soy una persona que conserva a calma en situaciones muy complejas. Eso ayuda a contribuir con acciones oportunas y efectivas, para resolver. A veces no queda alternativa, sobre todo cuando te miran con cara de "¿y ahora qué hacemos para salir de esta?". Es complicado también porque no siempre se tiene la respuesta y en ese rato yo aconsejo esperar, con una extraña certeza de que "algo" pasará que resuelva o mitigue (fe, le llaman algunos)… es ahí cuando te dicen: ¿esperar qué? La respuesta es, no tengo idea. El punto es que casi siempre resulta y sucede algo que alivia.
¿Qué es para usted la felicidad?
-Es un estado que nace de una actitud ante la vida. Yo soy profundamente optimista, patológicamente optimista, dice un gran amigo, y creo que vamos a cambiar lo que se debe cambiar para que todos podamos, por lo menos, contar "con un plato grande como la luna, en el que todos almorcemos", como dijo Neruda.
¿Qué personas han marcado su camino en esta vida?
-Sin duda mi profesor de historia Máximo Gajardo. Un maestro que exigía y que de verdad educaba, en lugar de transferir datos e información. Mi tío Raúl, un obrero que trabajaba de noche como "sereno" y que dormía unas horas para levantarse a cultivar su huerta, alimentar a los animales y construir su casa. También mi papá, trabajador en la mina de Chuquicamata, quien me leía poesía y me hacía escuchar música. Mi mamá, dueña de casa y costurera, cosía hasta tarde y yo la acompañaba viendo la precisión en la costura a mano y tratando de adivinar qué pasaba por su cabeza en esos largo silencios.
¿Qué espacio ocupa en su vida la política?
-La política es mi espacio compartido con otros y otras. Es el lugar donde me paro para construir, utilizando aquello que soy, en definitiva utilizando aquello en lo que creo y pienso.
Si pudiera repetir un momento de su vida, ¿cuál elegiría?
-No repetiría ninguno. Los momentos los vivo, los disfruto o los sufro, en su contexto y en el espacio-tiempo en que son o fueron.
Cuál es su rincón favorito de la región y por qué?
-Lejos el Desierto, porque la belleza, el misterio y el silencio que conviven en ese lugar, no dejan de sorprenderme. La intensidad de ese lugar, me anima y me acoge.
¿Cómo ha sido la experiencia de haber contraído corona virus?
-Difícil, como para todos. Una sabe que puede ser mortal y también que conocemos poco acerca del virus y sus efectos. Es la incerteza total, sin embargo ahí es cuando la calma y el optimismo sirven para seguir adelante, sobre todo cuando se hacen más visibles que nunca las personas que a una la quieren y apañan.
El virus movió el fondo y emergieron nuestras debilidades personales y colectivas, con mucha nitidez. También nuestras fortalezas. Si no aprendemos, habremos perdido una gran oportunidad y uno de los aprendizajes, en mi opinión, es que tenemos que abandonar el concepto de islas que el modelo nos ha instalado y entender que aquello que le pasa a otro u otra, en algún momento y en alguna forma, nos impactará. Somos parte de un todo, lo entendamos o no.
¿Cómo imagina el mundo post pandemia?
-No lo sé, es una "noticia en desarrollo". Todo va a depender si somos capaces de procesar y aprender, individual y colectivamente. El aprendizaje colectivo es fundamental porque facilita ponerse de acuerdo respecto de cómo y en qué dirección debemos caminar para construir una sociedad que nos permita prevenir y también hacer frente a situaciones como esta.
Una pregunta clave cuya respuesta debe ser de construcción colectiva, es por qué nos pasó... No basta con la investigación científica para generar vacunas, es también muy importante considerar la salud como un estado de bienestar físico, mental y social. Ponernos de acuerdo para trabajar en Salud Pública, con acceso para todos, es algo que urge y que no necesariamente ha sido instalado en el mundo después de otras pandemias, como por ejemplo, la gripe española de hace 100 años.
Tuvimos la posibilidad de prepararnos mejor, cuando vimos lo que ocurría en Europa, ¡pero nada! Tengo confianza en que podremos aprender y mejorar, pero no puedo asegurarlo, porque a pesar de mi optimismo, surge la duda razonable.