"Soy un amante del mar"
IDENTIDAD. Juan Menares, pescador y presidente de la Ong ambientalista Cifamac.
La relación de Juan Menares con el mar es indisoluble, pero ha variado con el tiempo. A los 8 años se inició en el oficio de la pesca, actividad que practicaba junto a su padre y su hermano en el entonces generoso y abundante mar de Mejillones.
Pero las cosas cambiaron. La depredación de los recursos, asegura este "hombre de mar", cambió el escenario, alejó a muchas especies y empobreció los ecosistemas.
Entonces nació en Menares la inquietud por hacer algo distinto. Hoy es operador turístico y presidente de la Ong Ambientalista Cifamac, que lucha por la conservación de los recursos de ese precioso espacio de la región.
¿Cómo nace su vínculo con el mar?
-Mi papá fue pescador, mi hermano es pescador y yo soy pescador. Yo estoy desde los 8 años en la mar, desde esa edad comencé a salir con mi papá y mi hermano a pescar. Por eso soy lo que soy. Hoy tengo 55 años, o sea, he estado 47 años trabajando en la mar.
¿Qué significa el mar para usted?
-Para mí es todo, yo quiero quedarme en la mar, si un día me pasa algo, no quiero estar en tierra, quiero estar en la mar. Hice hasta un proyecto, que lo tengo más o menos armado, que es hacer un cementerio submarino, así es mi locura por la mar. En el mundo hay uno solo, se llama Nautilus, lo he investigado y me faltan detalles. Son ánforas que se van a meter dentro de una lámina. Amantes del Mar se llama el proyecto, y esa es la palabra que más de define, yo soy un amante del mar.
Pero el mar también puede ser peligroso...
-Eso pasa cuando no hacemos las cosas bien. Yo me he dado vuelta tres veces en la mar, pero fue porque no entendía, lo único que hacía era sacar, sacar, sacar. Es como conversar con una mujer, hay que entender y comprender el mar. Esa vez nosotros llegamos a la costa y la embarcación estaba quieta, no había olas, pero había una corriente por debajo, y eso me estaba dando a entender que la mar se iba a echar a perder. Pero no lo quise ver. Y eso nos pasa a veces como pescadores, vemos lo que queremos ver, pero no observamos. Hay señales que pasamos por alto porque solo queremos sacar recursos y nos enceguecemos.
¿Qué es lo más bello que ha visto en el mar en estos 47 años?
-Para mí, las orcas. Las he visto unas 10 o 12 veces. Este año las vi en enero cuando entraron a la bahía. Hay películas que cuentan que es un animal asesino, que hay que tenerle miedo, pero no es así. Es increíble cómo se comunican, se comunican más que los delfines, trabajan más en conjunto que los delfines, son una especie muy inteligente, no hay ningún depredador para ellas, ni lo va a haber. He andado con ellas 45 minutos en la lancha, más de eso no te dejan, porque el macho no te deja. El macho se pone al frente y como que te dice: "ya, basta". Son muy inteligentes, pero no son malas. Ninguna especie del mar lo es en realidad.
¿Cómo nace Cifamac?
-Con mi amigo Raúl Riquelme, que también es pescador y buzo, queríamos hacer algo para ayudar a nuestro sector. Entonces como pescadores comenzamos a hablar con las instituciones, pero nadie nos escuchaba, porque no teníamos estudios y no sabíamos expresar las cosas. Ahí hacíamos paros, quemábamos embarcaciones, pero un día pensamos: por qué estamos quemando neumáticos si queremos cuidar el medio ambiente. Entonces llega nuestra amiga Ana García de España y se contacta conmigo porque quería hacer un estudio en Mejillones. Trabajamos durante un año y después la Ana nos ayudó a organizarnos, buscamos otros amigos en la universidad, y así nace esta Ong. Aportando cada uno lo que sabía, nosotros nuestra experiencia en el mar, ellos la parte científica.
¿Qué han logrado en estos años?
-Tenemos varios logros, hemos hecho la mitad del estudio de la Bahía de Mejillones, sabemos que entran cuatro tipos de ballenas, cinco tipos de delfines, cuatro tipos de tortugas. Tenemos un estudio de aves, donde encontramos que las aves están haciendo nidos de plástico, y descubrimos que era porque ya no quedan algas. Fuera de eso tenemos un convenio con Canadá para trabajar con la marsopa espinosa y estamos sacando muestras de los cetáceos, de los pez luna y queremos llegar a las tortugas.
¿Existe ahora más conciencia sobre el cuidado del mar?
-Falta, hay que hacer un cambio. Hay que ayudarse unos con otros para dejar este mundo mejor de lo que está en la actualidad. Hemos depredado de una forma increíble nuestro mar. Hay fotos que muestran que en Mejillones se sacaban atunes, yo no los conocí, pero hay fotos. Yo ayer fui a bucear a Punta Angamos y ya no hay lapa, no hay erizo, no hay tomoyo, chalaco, pescados que se alimentan de algas. En la época antigua había mucha abundancia, yo recuerdo cuando era niño cuarenta ballenas en la bahía, eso ya no pasa porque somos depredadores y hay que cambiar.
¿El turismo es una oportunidad?
-Sí, a mí el turismo me cambió. Yo no tenía idea que podía saber tanto sobre el ecosistema. He crecido con el turismo y he aprendido que se pueden hacer cosas distintas aprovechando lo que uno sabe.
¿Cuál ahora es su sueño?
-He logrado casi todos mis sueños, tengo mi casa, mis embarcaciones, le di educación a mi familia. Lo que no he podido y quiero hacerlo ahora es apoyar a mi gente, a los pescadores, yo creo que ese es mi reto más grande.