14 de julio, fiesta de todos
Las sociedades primitivas disfrutan de una gran felicidad, pues viven en un tiempo indefinidamente repetitivo, limitado a un presente. Las sociedades civilizadas, en cambio, disfrutan del privilegio de conocer su Historia que, al igual que la vida, se presenta como un espectáculo agitado, en movimiento, hecho del entrelazamiento de mil problemas que ofrecen rostros diversos y contradictorios.
Difícil es pues abordar en todo su sentido cualquier momento de la Historia; analizar sus posibles causas y deducir sus consecuencias en el tiempo.
La Revolución Francesa, iniciada en 1789, es un gran momento de la Historia.
Comenzó a gestarse en la lejana Edad Media por la marcada estratificación social, que reservó todos los privilegios para la nobleza y el clero y cargó de impuestos al campesino y al trabajador manual. Ya en el siglo XVII, detrás de una fachada brillante y envidiada por toda Europa, se escondía una masa muda, miserable y despreciada, que aún no presentía la cercanía de su irrupción en el escenario político.
La Toma de la Bastilla, prisión odiada, señaló al pueblo francés que un régimen corrupto tocaba a su fin y que las puertas de la libertad se abrían.
La mañana de ese día glorioso fue testigo de los gritos revolucionarios que se extendieron por campos y ciudades, valles y montañas anunciando al mundo que una nueva época comenzaba. El tricolor, agitado por el suave viento estival, sintetizó la esencia de la libertad, igualdad y fraternidad, ideas consagradas por los filósofos del siglo XVIII en obras que han mantenido plena vigencia a través del tiempo.
A tientas, sin un objetivo final claro y sólo movida por las ansias de un poco de justicia social, Francia enseñó para siempre que los pueblos no son la posesión de un señor. Los pueblos son la voluntad de buscar fraternalmente los mejores caminos para ir entretejiendo en libertad y dignidad la trama de la Historia. Por eso, el 14 de julio es también nuestra fiesta.
Nota de la Redacción. Junto con el homenaje al Día DE FRANCIA, vaya nuestro recuerdo a Sonia Buljan Morelli.
Sofía Buljan Morelli