Muertes de Adultos mayores
Calama: 130
Antofagasta: 69
Mejillones: 13
María Elena: 4
San Pedro: 4
Tocopilla: 4
Taltal: 4
Fuente: Salud. 10-07- 2020
Calama: 130
Antofagasta: 69
Mejillones: 13
María Elena: 4
San Pedro: 4
Tocopilla: 4
Taltal: 4
Fuente: Salud. 10-07- 2020
Total región: 216
Adultos mayores: 157
60 - 69 años: 28%
70 - 79 años: 23,6%
80 - 89 años: 20%
Fuente: Salud. 10-07- 2020
Un día de mayo, don José (84) se dio cuenta de que su lengua estaba de un color rojo intenso; semanas después, el sábado 20 de junio, el hombre falleció por causa del coronavirus.
La muerte del anciano fue impensada, según lo relata Jorge, su hijo. Su padre no tenía enfermedades base importantes (salvo hipertensión), además de ser independiente y activo, sin embargo, la señal en su boca lo hizo llevarlo al Hospital Militar de Antofagasta. Allí fue la última vez que ambos conversaron a la cara.
Más tarde fue trasladado hasta el Hospital Regional Leonardo Guzmán, sitio en el que permaneció hasta ese fin de semana en que dejó de respirar. Minutos después, personal de salud llamó a Jorge para informarle la mala noticia.
El desenlace era esperado para una familia cuyos hijos temieron, durante largas semanas, perder a los dos padres, ya que ambos estaban afectados por el covid-19. Afortunadamente, pocos días antes, Luisa, la madre (77) había superado la enfermedad.
Jorge desconoce dónde pudieron ocurrir los contagios, quizás en uno de los tantos traslados al Centro Oncológico del Norte, donde la madre es sometida a las curaciones por el tratamiento de uno de los cánceres que la aqueja.
"Tomábamos todos los resguardos, los acompañaba en auto, íbamos con mascarillas, pero siempre había mucha gente, mucha gente", recordó Jorge.
Hasta el viernes 10 de julio la Región de Antofagasta registraba 216 decesos, 157 de los cuales corresponden a adultos mayores de 60 años, por lejos el segmento más golpeado con la pandemia mundial.
Siete de cada diez muertes afecta los más viejos, en especial a los varones (solo hay registro de 64 mujeres), una cifra levemente superior al 63% del nivel nacional (Informe epidemiológico del 7 de julio).
En mayor detalle, a nivel regional, el 28% de las muertes afecta a las personas de entre 60 y 69 años; el 23,6% a los de entre 70 y 79 años y el 20% a quienes están entre los 80 y 89.
Por comunas, la más afectada es Calama, seguida de Antofagasta (ver recuadros), de acuerdo a lo puntualizado por Pablo Indo, coordinador de Emergencias y Desastres de la Seremi de Salud. En su opinión, el problema con los adultos mayores no es que no se cuiden, sino que están expuestos a los jóvenes, que son los que más se contagian, pero, en general, no tienen un riesgo de vida alto.
"Ellos son una especie de vehículo para el contagio", apuntó.
Los datos del Ministerio de Salud son elocuentes: en todo el país, hasta el viernes, había 139 víctimas fatales menores a 139 años (menos que todos los casos regionales), mientras el deterioro físico de la edad y las enfermedades base, dejan muy expuestos a quienes ya suman varias décadas.
Pero este es solo uno de los problemas que enfrentan los mayores.
Francisco Nelson (70), microempresario e inventor, quien vive hace 12 años en Antofagasta, lo explica de la siguiente manera: "Somos la generación que está de más, le molestamos al Estado".
Según Nelson, hay una falta de empatía de la sociedad para con el segmento.
"Se habla de protección a los adultos mayores, pero en realidad es casi nada. Junto a mi hermano hemos sido emprendedores, pagado impuestos y hoy estamos fuera de toda ayuda. Hasta antes de esta crisis llevábamos una vida normal, pero hoy estamos de brazos cruzados".
Entre ambos consiguen una pensión de $330 mil mensuales que resultan insuficientes para vivir, por lo que mejoraban sus ingresos con distintos emprendimientos.
Debido a la crisis sanitaria, debieron dejar el departamento, arrendar unas piezas y dedicarse a vender miel en las afueras de un supermercado de la ciudad. "Pero no toda la gente tiene la capacidad de reinventarse, de tener la garra y tener salud. Esto es muy difícil cuando se llega a cierta edad".
Olga, una abuela de 80 años, quien vive en un departamento arrendado por sus hijos, es otro caso. La mujer, viuda, pasa en soledad la mayor parte de estos días; apoyada en el auxilio de sus parientes y vecinos. Aquello y el teléfono con el que recibe los saludos de sus nietos, le traen paz.
"He aprendido algo de tecnología estos días, sin eso, estas cuarentenas, que son necesarias, serían horribles. Con esto me siento más acompañada, sabiendo que no puedo salir".
En la Región de Antofagasta el 7,5% de la población es adulto mayor, (está por debajo del promedio nacional; 11,4%) y es la región con menor población de este segmento. El 71% de los adultos mayores de la región vive en una vivienda propia ya pagada y el 9% en una propia que está en pago; el resto arrienda o habita un inmueble cedido, entre otros.
Respecto de la salud, el 78% está en Fonasa y el 13% en Isapre, según datos del IPP UCN.
Pedro Aranda (80), fundador de la Corporación GEN, tiene una mirada optimista de estos días. Sostiene que el confinamiento ha sido una oportunidad para pensar en los asuntos importantes de la vida.
Es obvio que ha tomado resguardos, pero ha tratado de mantener una vida lo más normal posible, saliendo a comprar a la Vega, donde encuentra productos más baratos o a comprar pan a un local cercano, sin embargo, reconoce que la "sicosis" del momento, muchas veces lo supera.
"El virus nos tiene de rehén, tal como citó un personero de la OMS. Los adultos mayores nos sentimos marginados porque podemos ser peligrosos para la sociedad, a veces, como dijo el Papa Francisco, nos sentimos como los descartados de la sociedad", confidenció Aranda.
"Junto a mi hermano hemos sido emprendedores, pagado impuestos y hoy estamos fuera de todo".
Francisco Nelson, 70 años
"A veces, como dijo el Papa Francisco, nos sentimos como los descartados de la sociedad".
Pedro Aranda, 80 años