Tengo una frase: ponle una sonrisa a la vida
IDENTIDAD. Pedro Cisternas Guerra, exconductor de Telenorte.
"Soy un antofagastino nacido en Ovalle, liceano a mucha honra y un agradecido de la vida", explica Pedro Demóstenes Cisternas Guerra, el otrora conductor de noticias de Telenorte y hasta el año pasado coordinador de Formación y Disciplina del colegio Lancaster.
Cisternas, hijo del exparlamentario socialista Pedro Cisternas Guzmán, fue uno de los rostros más reconocidos de la televisión local durante la década de los 80 y 90.
Además de leer todas las noches el acontecer diario, participó en programas como Buenos Días Región, Bienvenido al Deporte, Póngale Nota al Deporte, la Ruta de Club de Deportes Antofagasta, entre otros, y su voz también es recordada por distintos espacios radiales en Cooperativa, Universo, Minería y Chilena.
Dueño de una personalidad extrovertida y un humor a toda prueba, trabajó en minería antes de ser reclutado en el canal universitario, donde inició una larga carrera que se extendió hasta el cierre de la estación (recientemente reabierta en plataforma virtual).
"Durante mi juventud fui muy deportista e idealista, como todos los jóvenes de la época. Fuimos testigos del alunizaje, crecimos con la Revolución de las Flores, y padecimos la guerra fría. Estuvimos en primera línea observando los cambios que se producían en el mundo", explica.
¿Quién y por qué te puso como segundo nombre Demóstenes?
-Mi padre fue profesor, y al parecer en ese tiempo estaba leyendo un libro sobre la cultura griega, y por lo visto le hizo sentido la vida y obra de Demóstenes. Le agradezco a mi viejo que no se haya inspirado en la cultura romana o me llamaría "Calígula" (broma).
La señora Ketty Farandato fue panelista del Buenos Días Región, y ella me llamaba siempre Demóstenes y yo le decía que éramos parte de la colonia Helénica.
¿Cuáles son los rasgos que destacarías de tu personalidad?
-Me cuesta mucho hablar de mí, me parece muy pretencioso, pero quizás sea lo auténtico que me permite ver las cosas con positividad. Tengo una pequeña frase que siempre digo y que grafica mi personalidad: "Ponle una sonrisa a la vida".
¿Qué valores buscas en las personas con las cuales te rodeas?
-Trato de ser tolerante porque cada persona es diferente. No puedo pretender que todos piensen y sientan igual que yo. Todos tenemos un "cara y sello", pero los yoístas y los que se creen dueños de la verdad quedan al debe. Los estados de ánimo se contagian, por eso es bueno reír.
¿Qué experiencias dirías que te han marcado?
-Soy un agradecido de los valores que me inspiraron mis padres, su forma de ver la vida y la consecuencia que tuvieron en el decir y hacer.
El fallecimiento de mi padre fue un episodio que marcó una etapa importante de mi vida. Ese día tuve un presentimiento y le dije que me quería quedar con él, a lo cual me respondió que me fuera tranquilo y que me estaría viendo por televisión. En el primer bloque del noticiero me comunican que había fallecido, no sé como pude terminar de leer, fue un momento tremendamente doloroso y creo que él me ayudó a terminar el informativo.
¿Cómo recuerdas tu paso por la televisión?
-Hermosos recuerdos y momentos inolvidables, llenos de emociones y anécdotas donde me quedo con todo lo aprendido de mis compañeros de trabajo y todos los panelistas y entrevistados con los cuales tuve la suerte de compartir. Una instancia de crecimiento profesional invaluable.
¿Te sentiste famoso?
-Dentro de mi filosofía barata, los famosos son los Beatles, Frank Sinatra, yo nunca fui famoso, ni pretendí serlo, pero sí sentí en algún momento que era muy conocido, porque dentro de la precariedad de Telenorte, nunca dimensioné a la cantidad de gente que llegaba. Eso lo dimensioné cuando me pedían autógrafos y me daba vergüenza.
¿Qué opinas de la tv actual?
-La veo muy liviana, falta de contenido, despreocupada del lenguaje. Me quedo con la otra televisión, cada etapa tiene sus méritos, quizás lo mismo decían cuando estaba en pantalla.
¿Dónde te ves en diez años más?
-En el cementerio (risas). Me siento física e intelectualmente apto para seguir en la vida laboral, en diez años más estaré más deteriorado pero capaz de contribuir con los desafíos del momento. No me imagino pateando las lanas a nadie (ríe de nuevo). Aprovecho de enviar un cariñoso abrazo a la Comunidad Educativa del Colegio Lancaster, siempre agradecido de ellos.
¿Te gusta vivir en Antofagasta?
-Me encanta Antofagasta y sus habitantes, sus puestas de sol, los colores y matices de sus cerros, la solidaridad de su gente, somos aperrados, buenos pa la talla y excelentes personas. Desgraciadamente no ha sido proporcional el crecimiento con el desarrollo de la urbe.
¿Cuál a tu juicio es la receta para ser feliz?
-No existe esta mágica receta, los cambios los producen los seres humanos y por ello debemos esforzarnos por ser buenas personas, ser honestos, equitativos, inclusivos, tenemos que saber escuchar y respetarnos, aún cuando estoy cierto que las personas, en algún momento de su vida, muestran todas sus miserias.