Aries

Amor: Atraviesan un momento de transformación en este período. Aprendan de los defectos. Trabajo: Hora de renovar tus ideas y métodos laborales en pos de lograr mejores resultados.

Del 21 de marzo al 19 de abril.

Pedro de la Barra, invitado por el Rector de la Universidad de Chile sede local, llegó a Antofagasta el 28 de julio de 1962.

"Llegaba a la tierra de Juan López, a la Plaza donde da la hora el Reloj de los Ingleses. Lo recibieron los amigos con los brazos abiertos, con sinceridad. Un viejo taltalino de cepa le dijo:

"Aquí está el hombre, terco, mudo, duro/

amarrado a tu sed desesperada/

sembrando corazones en la tierra"/

Venía por unos pocos días, a dictar talleres, a conocer el incipiente movimiento teatral antofagastino. Le gustó Antofagasta, vio el escaso ambiente cultural, vio la necesidad de aglutinar intereses culturales en favor de la comunidad. Afianzó el movimiento teatral, fundando la Compañía de Teatro de la Universidad de Chile, sede Antofagasta.

Pero no bastaba. El sueño de De la Barra era más amplio. Interesó a los poderes públicos, a la prensa y a las demás actividades culturales de la ciudad. Organizó giras por poblaciones, colegios, ciudades, pueblos, campamentos, tratando siempre de llegar a la mayor cantidad de público. Mantenía talleres con clases de actuación, escenografía y maquillaje, de mimos e Instrucción Teatral para profesores y pobladores.

Pero faltaba el presupuesto. Entonces, elaboró un proyecto de Ley, que fue aprobado el 28 de septiembre de 1964 con el número 15.676, conocida como Ley De la Barra. Establecía un 10% de impuesto sobre el valor de entradas a cines y teatro, para el Centro Universitario Zona Norte.

Nació el Departamento Artístico, dirigido por De la Barra, que contaba con Teatro Universitario, Orquesta Filarmónica, Coro Polifónico, Conservatorio Regional de Música, Escuela de Danza y Teatro. Fomentó la creación del Liceo Experimental Artístico. Trabajó en la Universidad hasta 1973.

El Padre del Teatro Universitario de Chile, Pedro de la Barra, falleció el 6 de julio de 1977 en el exilio de Caracas, Venezuela.

Este es nuestro homenaje, a los 43 de su muerte. Antofagasta le debe un homenaje a este gran hombre, que sembró cultura y belleza en el corazón de nuestro Norte Grande.

María Canihuante Vergara, Curadora del Patrimonio Andrés Sabella