Ricardo Pinto Neira
La primera fecha era hoy miércoles 1 de julio y por efecto de la cuarentena en la comuna, ese plazo quedó obsoleto y se espera que oficialmente se siga corriendo por siete días más, ante una casi segura extensión del confinamiento obligatorio en Calama por parte de la autoridad sanitaria.
No obstante, en Cobreloa están a la espera de la decisión sanitaria definitiva para marcar el calendario con la fecha de retorno de los jugadores y la activación de los entrenamientos en las respectivas fases 1 y 2 que establece el protocolo que recomienda la ANFP para cada uno de los clubes asociados.
Todo dependerá de si las cuarentenas se extienden una o dos semanas más en la capital de El Loa, como lo explica el médico del club, Sergio Silva.
"Si hubiésemos comenzado este 1 de julio, el plantel era convocado el lunes 29, se les hacía la primera ronda de test rápidos para detectar contagios y después se comenzaba a entrenar. Ahora, de extenderse la cuarentena obligatoria hasta el 10, los jugadores llegan el sábado 11, se les toman los exámenes el domingo 12 y podemos empezar el lunes 13 con los entrenamientos. Si se sigue extendiendo la cuarentena en Calama, esas fechas se van corriendo", detalla el profesional.
Etapas
Pese a que aún no existía autorización de parte de la seremi de salud y deporte para retomar los entrenamientos, en la tienda minera adelantaron trabajo y los protocolos exigidos para comenzar a trabajar ya están totalmente listos.
Esto es, con cada test de COVID-19 listo para aplicársele a cada jugador, integrante del cuerpo técnico y trabajador del club de campo apenas se pueda retomar la actividad presencia, eso además de la señalética instalada en el complejo deportivo y también con los insumos requeridos como protección -dispositivos de alcohol gel y distanciamiento y demarcación en camarines- en el recinto.
Silva subraya que "los exámenes se aplicarán semana a semana a los jugadores y mientras exista un contagio en la fase uno se puede controlar con la respectiva cuarentena individual del afectado. El problema sería si ese contagio se detecta en la fase dos".
¿Cuáles son estas etapas? La fase uno contempla dos semanas de entrenamientos específicos, con los jugadores trabajando de forma individual en diferentes sectores de las canchas, subdivididas anteriormente.
"No se topan, vienen vestidos desde sus casas y no utilizan camarines. Sólo se dispone de un baño con la respectiva medida de sanitización para que sea utilizado individualmente", recalca el médico de "Los Zorros".
La segunda etapa es más compleja. Allí se empieza a trabajar en grupo y en caso de que se detecte un contagio "entramos todos en cuarentena y se suspenden los trabajos", recalca el doctor Silva.
"Hemos definido que en ese caso se utilizarán los dos camarines, los del primer equipo y el de los juveniles para que sean ocupados con los jugadores, con su respectiva separación entre futbolistas según el protocolo para mantener las medidas de prevención", resumió.
Expectativas
Los futbolistas loínos también están a la espera de que se autorice el respectivo reinicio de los trabajos grupales aunque entienden que por ahora no es recomendable pensar en el retorno a los trabajos colectivos.
Eric Ahumada permanece en Copiapó junto a su familia y reconoce que "acá el tema no parece tan fuerte como ha afectado a Calama, una cuestión que igual nos preocupa porque no sabemos en qué momento el tema debería empezar a mejorar".
Por ello, el zaguero es claro respecto de la proyección en la vuelta a los entrenamientos. "Uno esperaría poder volver a entrenar, a estar con los compañeros, a eso que extraña tanto del trabajo en la cancha pero sabemos que volver a entrenar a principio de este mes era imposible. Tampoco se sabe cuándo va a volver a jugarse el torneo y estamos en la incertidumbre total pero eso hoy es mucho menos importante que la salud de la gente y de nosotros mismos", dijo el defensor oriundo de Tierra Amarilla.
Quienes más han sufrido con esta fuerte alza de los contagios y decesos por COVID-19 en la zona son los jugadores extranjeros que permanecen en Calama.
Sobre su situación, el doctor Silva comentó que "nuestra preocupación es contante porque ellos están con suerte con sus familias directas o en algunos casos solos. Ya sea por contacto directo o a través del capitán -Pablo Caballero- estamos constantemente preguntándoles sobre su condición y están bien. Por ahora, les entregamos instructivos para cuando se reanuden las prácticas tengan claros los protocolos de acción y puedan reintegrarse de la mejor manera".