Fabián Ossandón Briceño nació de madrugada un verano de 1988 en la capital regional.

Joven inquieto, es el fundador de la Fundación Antofa Segura, la que está enfocada en bordar el fenómeno e la delincuencia, apoyando a los vecinos.

De profesión ingeniero civil y candidato a Magíster en Gerencia Pública y Desarrollo Regional, parece que lo público es su camino.

¿Cuál es el recuerdo de tus padres y cuál fue su mejor enseñanza?

- Tras la separación de mis padres, recuerdo a mi mamá como una mujer decidida, valiente, fuerte, admirable y comprensiva también, cualidades que aún mantiene. Respecto a la enseñanza, son varias las que me acompañan hasta el día de hoy, una es que cuando se cierran puertas, se abren ventanas, otra es que todo tiene solución en la vida, menos la muerte, que nada es imposible, cuando realmente se desea. De igual forma, no hay día que no tenga una nueva y siempre bienvenida enseñanza de su parte.

¿Por qué decidiste estudiar ingeniería?

- La principal motivación fue ampliar mí capacidad de razonar, reflexionar, analizar, desde distintos puntos de vista, junto con planificar, gestionar y liderar proyectos, de manera de ser un profesional integral al servicio de la sociedad, del bien común y, por supuesto, de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.

¿Por qué creaste la fundación Antofa Segura?

- En el colegio tuve mis primeros acercamientos y contribuciones en causas sociales. Luego, en la universidad, me incorporé como voluntario en Techo Chile, Antofagasta, ahí permanecí varios años, fue mi escuela. Realicé un trabajo muy cercano con las personas y siempre buscando que las comunidades vivieran con calidad de vida. Tras mi paso por Techo, las ganas de seguir contribuyendo aumentaron, comencé a soñar en tener un espacio propio que me permitiera incidir, participar, crear y ejecutar iniciativas. El 21 de marzo de 2016 el sueño se hizo realidad, ese día nace la Fundación Antofa Segura, organización sin fines de lucro que trabaja con los vecinos y vecinas en la línea de la prevención, unión, organización y compromiso vecinal, generando identidad y sentido de pertenencia para recuperar la vida de barrio.

¿Qué te dicen los vecinos?

- Siempre agradecen y valoran las gestiones que realizamos desde los espacios que hemos conquistado, les llama mucho la atención que no teniendo un cargo político y que, además no trabajando para la municipalidad, ni para el gobierno, hagamos mucho con tan poco y de forma honesta y transparente. Me piden que no cambie nunca y que no considere los comentarios que provienen de personas que hablan mucho, pero hacen poco. Uno valora inmensamente las muestras de cariño, confianza y apoyo.

¿Qué espacio de la región es el que más le gusta y por qué?

- Nuestra región tiene espacios asombrosos, rincones llenos de magia, encanto y energía positiva, si tengo que elegir uno, me quedo con todos esos espacios donde se puedan contemplar los atardeceres. Incluso muchas veces en terreno, antes de comenzar las intervenciones, me quedo mirando algunos.

En tiempos tan convulsos ¿qué consejo le daría a personas que no conoces?

- Mi consejo es que nos cuidemos y apoyemos entre todos y todas, teniendo vida y salud, podremos juntos, salir adelante de este complejo escenario que hoy nos plantea el coronavirus y sus efectos colaterales, como, por ejemplo, las pérdidas de empleos y encarecimiento de algunos productos. En este contexto, no duden en buscarnos, realizamos gestiones para socorrer a nuestros vecinos y vecinas, independiente si son vulnerables o de clase media, nuestra causa no discrimina y está a disposición de la comunidad.

¿Dónde debe poner la región su mayor esfuerzo para el futuro?

- La región debe poner su mayor esfuerzo en lograr el tan anhelado desarrollo regional que permita mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas, especialmente de nuestros adultos mayores y de las personas que viven alejadas de los principales centros urbanos, porque no es posible que en pleno siglo 21, en la supuesta capital minera de Chile y en plena pandemia por coronavirus, tengamos personas sin acceso al agua potable o a ingresos económicos que no permitan sobrellevar una vida más plena y digna. No olvidemos que Antofagasta es una de las regiones que más recursos aporta al erario nacional.