La solución es obra de todos
"Es fundamental que los trabajadores estén conscientes de las implicancias de cambiar ciertas actitudes, y de poner en práctica el autocuidado".
Sabemos que ante el complejo escenario al que nos enfrentamos, es necesario actuar y definir prioridades. Al respecto, tenemos claro que nuestro principal objetivo es ser capaces de garantizar la salud de nuestros colaboradores, para con ello proteger sus vidas, y luego, velar por la calidad de estas, cuidando el ingreso de sus familias.
Entendiendo ese desafío, es que como CChC elaboramos un protocolo para prevenir el contagio de COVID-19 apenas comenzó la crisis, y lo hemos ido adecuando hasta tener hoy una versión mejorada, que ha sido recientemente validada por los Ministerios de Salud, del Trabajo y de Economía.
Pero más allá del respaldo de la autoridad, que por supuesto es una tremenda garantía, su aporte se verá reflejado en la medida en que se aplique en nuestras nuevas rutinas. Por este motivo el compromiso que hemos asumido hoy, es difundir su contenido y ponerlo a disposición, tanto de nuestras empresas socias, como de la totalidad de la industria.
Debemos desarrollar nuestras obras bajo nuevos estándares sanitarios, que se hagan cargo de la seguridad del trabajador desde que sale de su hogar, hasta que retorna. Por eso hemos incluido en detalle acciones a ejecutar cuando ingresa y se retira de las instalaciones, así como en todas las áreas en donde se desenvuelva durante la jornada. El objetivo es lograr que nuestros trabajadores se sientan tranquilos y, al disminuir sus preocupaciones, lleven a cabo sus funciones de forma segura. Por exagerado que parezca, hoy conductas como la adecuada distancia física, la implementación de medidas higiénicas, el monitoreo constante de condiciones de salud, o la toma de temperatura al ingresar a las faenas, pueden literalmente salvar vidas, y de paso dar continuidad a la ejecución de servicios, que el día de mañana serán el soporte para recuperar nuestra economía.
Es fundamental que los trabajadores estén conscientes de las implicancias de cambiar ciertas actitudes, y de poner en práctica el autocuidado, sabiendo que depende de todos evitar riesgos. A la vez, es primordial que las empresas se comprometan realmente a generar las condiciones para trabajar de forma segura. Debemos, en conjunto, demostrar que poseemos esa flexibilidad como industria.
Potenciar nuestra capacidad para desarrollar soluciones, es entender que el problema sanitario que hoy nos afecta, se está convirtiendo en una problemática económica, que puede incluso llegar a ser social. Por eso la invitación que estamos haciendo, es a ser capaces de ver los protocolos sanitarios como herramientas tangibles para superar la crisis, que nos permiten velar por el cumplimiento de nuestro objetivo primordial: cuidar la salud de las personas, y disminuir con ello la posibilidad de afectar el ingreso de sus hogares. Hay que cuidar la salud y también los medios de vida.
Alfonso Sánchez,
Presidente de CChC Calama