Loíno en Italia: "Inicialmente hubo mucha incredulidad, no se dimensionó el real alcance"
RELATO. Rodolfo Reygada hace cinco años que vive en ese país, el que en la actualidad es uno de los epicentros de la pandemia. El exdirector de Calama Plus cuenta cómo se sobrelleva esta crisis.
Rodolfo Reygada Velásquez (40), casado e ingeniero de profesión, llegó hace cinco años a Italia y se estableció con su familia en Sardegna (Cerdeña), isla itálica que se ubica al occidente del mar Mediterráneo.
Antes de viajar a Europa, se desempeñó como director ejecutivo del Plan de Desarrollo Sustentable "Calama Plus" y ahora, trabaja en el área de la ingeniería de Desarrollo Sustentable .
Este calameño relata cómo se vivió y se vive esta crisis sanitaria en Italia, uno de los países considerados epicentro de la pandemia provocada por el coronavirus y en el que han fallecido ya 23 mil personas.
Comenta el colapso de los centros de salud y cómo los italianos subestimaron esta enfermedad y el posterior cambio de actitud. Señala que, como en todo el mundo, esta crisis también afecta a la economía del país, pero también valora que hoy hay más tiempo para estar con la familia.
¿Cómo se vive la pandemia en Italia y en la ciudad en la que vive?
-Se ha pasado por distintas etapas, desde la incredulidad y desconcierto inicial, temor, hasta la actual resignación y responsabilidad individual. Sólo el sector salud, servicios básicos y de primera necesidad están activos. Es similar en todo Italia, algunos antes, otros después, pero es el mismo patrón. Sin duda han sido meses duros de aprendizaje para todos.
¿Cómo ha reaccionado el gobierno local ante la enfermedad y qué medidas se han adoptado?
-Se reaccionó de acuerdo a la información disponible y las circunstancias en cada momento. Siendo uno de los primeros países con el problema a gran escala, se partió con medidas parciales del tipo "evitar" en un escenario de mucha incertidumbre e incredulidad, y luego, se avanzó a medidas más estrictas dado que las personas no respondieron como debía ser, terminando hoy en día en confinamiento total y cierre de todo tipo de actividad que no sea de primera necesidad.
Pero tristemente con muchos contagios y muertos en el camino.
¿Hay mucho temor al contagio?
-Creo que en algún momento hubo mucho temor de contagio, principalmente porque no se seguían las recomendaciones y comenzaron a multiplicarse los casos. Hoy no, prácticamente todos se cuidan y respetan las medidas para evitar seguir teniendo nuevos contagios. Se ha desarrollado una especie de "cultura del coronavirus".
¿Cuál es la situación actual de los hospitales y centros de salud ?
-Están colapsados, y aun cuando están bien equipados y han logrado mantener una capacidad de atención fluida no han dado abasto, en algunos casos teniendo que elegir a quien salvar. En algún momento el mismo personal de salud se contagió y se generó un punto de riesgo adicional. Hoy esto está controlado y al hospital se va solo si es estrictamente necesario. Hay números de atención telefónica con operadores 24/7 para cualquier duda, que pueden hacer evaluación remota y, si es un caso de una cierta gravedad, van a buscar a la persona a la casa con un protocolo especial.
En lo personal, ¿ cómo ha sobrellevado esta situación y cómo lo ha afectado a usted y su familia ?
-Con mucha atención y responsabilidad entendiendo la gravedad de la situación. Por un lado, ha sido complejo modificar de golpe la rutina y habituarse a los nuevos modos, pero por otro ha sido positivo poder disponer de más tiempo de calidad con la familia, especialmente con los niños, se han creado inmejorables momentos para compartir, aprender y enseñar.
¿Cómo es la comunicación con su familia en Chile y cuál es la sensación al estar lejos de ellos?
-Hay siempre una conexión habitual por internet. En estos últimos meses compartimos consejos y material para sobrellevar todo, pero además siempre hay una conexión de valores que siempre están donde quiera que vayas. Siempre se extraña, esto es indesmentible.
¿Cómo han reaccionado los habitantes frente a las medidas dispuestas por la autoridad ?
-Inicialmente hubo mucha incredulidad, no se dimensionó el real alcance del virus. Muchos seguían haciendo vida normal, incluso cuando hubo medidas parciales muchos lo tomaron como vacaciones y se fueron de viaje, llevando o trayendo consigo el virus a zonas donde no estaba. Cuando comenzaron a haber muertos y vino el colapso, recién se entendió la real dimensión de la emergencia, y se tomó actitud autocuidado y de responsabilidad que ha dado buenos resultados. Hoy prácticamente todos hacen cuarentena y siguen las medidas, pero no por obligación si no porque se entendió que es necesario.
¿Ha influido esta crisis en la economía del país y de qué forma?
-Sí, sin duda que ha influido. Hay impactos inmediatos sobre quienes debieron interrumpir su única fuente de ingresos. Para las empresas y otros sectores de seguro habrá efectos en el mediano y largo plazo, dependerá de cómo evolucione todo, no solo a nivel local, sino que a nivel mundial y cuán fuerte es cada una. Las economías están todas interconectadas.
¡Cómo está el ánimo en los habitantes de ese país, considerando además que es uno de los más afectados por el coronavirus en el mundo?
-Diría que hay un buen ánimo, después del impacto emocional y el aprendizaje inicial, diría que se ha encontrado buenos modos de sobrellevar la situación, en particular la cuarentena. Apareció material cultural, educativo y de entretención en redes sociales y los medios que ayudan bastante, hay mucha colaboración, pero, siendo un país muy interactivo en lo social, también hay una cierta ansiedad de volver a la vida normal.
"Creo que en algún momento hubo mucho temor de contagio, principalmente porque no se seguían las recomendaciones y comenzaron a multiplicarse los casos".