Cáncer y coronavirus, complejo panorama
"El tratamiento de pacientes oncológicos en condiciones requiere un alto nivel de profesionalismo".
La epidemia en curso por el coronavirus, sin parangones en la historia moderna occidental, ataca en forma más "virulenta" (muy bien ocupada la palabra) a los ancianos, especialmente los que tienen comorbilidades, es decir, enfermedades crónicas que producen deterioro de funciones corporales. Así también afecta a pacientes de todas las edades con estados de defensas inmunológicas disminuidas. Entre estos últimos se encuentran las personas que padecen algún tipo de enfermedad oncológica.
El cáncer, al alterar la capacidad de respuesta celular y orgánica en general, y dependiendo del tipo, puede producir un gran deterioro en la respuesta a infecciones, especialmente a las bacterianas (muy graves) como también a enfermedades virales como COVID 19. Asimismo, el uso de tratamientos, especialmente la quimioterapia, que puede producir una caída importante en los niveles de glóbulos blancos (neutropenia), algunas veces pone en riesgo la vida del paciente, requiriendo intervenciones avanzadas para el manejo de la complicación infecciosa.
En el caso de la epidemia por coronavirus hay varios aspectos que destacar en relación con los pacientes que sufren enfermedades oncológicas. En primer lugar, no da lo mismo cualquier cáncer. Hay algunos, como aquellos que afectan más directamente el sistema inmune, como las leucemias y linfomas (tejido sanguíneo y linfático) que de por sí dan mayor susceptibilidad a todo tipo de infecciones. Lo mismo ocurre con aquellos pacientes con cáncer de pulmón o de vías aéreas superiores que pueden presentar mayor susceptibilidad.
Un aspecto muy importante es el uso de tratamientos oncológicos, especialmente la quimioterapia, sobre la cual caben varias consideraciones: puede ser necesario suspender o postergar el tratamiento debido a que algunos fármacos pueden inducir una baja importante de defensas (inmunodepresión) sobre todo esto se plantea en pacientes cuyos tratamientos son coadyuvantes, vale decir preventivos, no tienen enfermedad importante y la dilación del tratamiento no causaría mayor riesgo. Diferente es el caso de pacientes con enfermedad avanzada, metastásica, en quienes es necesario evaluar caso a caso el costo beneficio (biológico, no económico) de hacer o no hacer el tratamiento ("nunca el remedio debe ser peor que la enfermedad").
Por último, un aspecto muy relevante en condiciones de epidemia y recursos sanitarios escasos, como son las pocas unidades de quimioterapia, es la disminución de capacidades debido a que hay que atender a menos pacientes, separar las unidades de atención, deben hacerse turnos de personal para evitar el contagio simultáneo y algunos de ellos también pueden ir sufriendo infección, ya que están en la primera línea de trabajo.
En conclusión, el tratamiento de pacientes oncológicos en condiciones de esta epidemia viral requiere un alto nivel de profesionalismo, adherencia a normas, disposición y una visión ética de todo el actuar del equipo de salud.
Dr. Fernando Chuecas Saldías
Vicedecano Facultad de Medicina y Ciencia USS