A 150 años de Caracoles
Hace pocos días -el miércoles 25 de marzo- se cumplieron 150 años del descubrimiento de Caracoles: la mina de plata que convirtió a Antofagasta en la capital del Desierto de Atacama.
En el siglo XIX la existencia de una inmensa mina de plata perdida en el desierto era leyenda. Y Mejillones concentraba aventureros de la más alta estirpe. El Barón de la Riviere y su administrador: José Díaz Gana. El primero, un francés a cargo de las guaneras y el segundo, un cateador en busca de cobre. Ambos se hicieron socios.
Ante un fracaso inicial Díaz Gana despidió como cateador al inefable indio Garabito y trajo en su reemplazo al "Cangalla" Méndez. Buscó la experiencia de "Chañarcillo", yacimiento que décadas atrás había convertido a Copiapó en la capital de la plata.
Los primeros días de marzo de 1870 salió la mítica expedición desde un galpón ubicado a un costado de la Aduana Interventora, edificio que aún existe y es el Museo Regional de Antofagasta.
Tal edificio estaba unos 500 metros antes de playa "Rinconada", en Mejillones, y de allí salieron: Simón Saavedra, jefe de expedición; José Ramón "Cangalla" Méndez, cateador; Exequiel Reyes, José Sagredo y José Porras. Iban en 8 mulas. ¡Ojo!... No iba José Díaz Gana, a quien la historia oficial terminó dando el rango de descubridor.
El 23 de marzo llegaron al cerro Limón Verde. El 24 descansaron allí y al amanecer del 25 "Cangalla" miró los cerros del frente y dijo "Son panizos de plata".
Aunque nadie se dio cuenta el descubrimiento de Caracoles cambió la historia de este país. Pobló el Desierto de Atacama de chilenos. Agregó una valiosa cuota de interés económico a este territorio, por el cual tres países se irían a la guerra nueve años después.
El descubrimiento de Caracoles no es una gesta militar. Es puro civismo. La mezcla de aventureros, mineros y empresarios inventando un país. Y 150 años tampoco es cualquier lapso. Por eso hoy desde Mejillones - punto de partida del hallazgo- escribo estas letras y alzo una copa en su memoria.
Wilfredo Santoro Cerda. Presidente del Consejo Patrimonial de Mejillones