"El oponente más duro a vencer, eres tú mismo"
ANTOFAGASTINIDAD. Claudio Melej Gallardo, un hombre apasionado.
Nació el 3 de diciembre de 1967 en Santiago, pero lleva años en el norte, enamorado del desierto, el altiplano y sus paisajes exóticos. Acá está su señora y dos hijos, con los que cultiva una rica relación de afecto.
¿Qué recuerdas de tu infancia?
-Las vacaciones de verano en Copiapó y Caldera con los primos favoritos. Un recuerdo mágico e inolvidable.
Las vacaciones de verano en Copiapó y Caldera con los primos favoritos. Un recuerdo mágico e inolvidable.
-Muchas, pero creo que algunas han sido muy determinantes: Disciplina y sentido del deber académico. Amor por el trabajo bien hecho.
¿Qué quieres dejarle a tus hijos?
-Todo el amor que pueda y me alcance. Valores claros y definidos (sin matices); determinación y habilidades (principalmente emocionales y sociales) para que puedan enfrentarse a un mundo cada vez más complejo e impersonal.
Y, por supuesto, mis fotografías (mi legado para ellos).
Tienes varias pasiones, una es ser maratonista... ¿Qué piensas cuando corres?
-Mis dos grandes pasiones (fotografía de paisaje y correr maratones) coincidentemente son actividades más bien solitarias, pero que tienen muchas cosas en común. Pasas mucho tiempo contigo mismo y tus reflexiones. Esto te regala intensos momentos de silencio, soledad, contemplación y autocrítica. Ninguna de las dos la puedes desarrollar sin pasión.
El talento es importante, pero también requieres constancia, disciplina, preparación, estudio… Debes siempre conectar tu mente, corazón y emoción en pro del resultado. El equipamiento es importante, pero jamás te garantizará el resultado. Hay diferentes estilos, técnicas y formas de enfrentar un mismo desafío.
No sirve ser arrogante. Debes entender que siempre habrá alguien mejor que tú y de quien podrás aprender, seguir y admirar.
Por lo tanto, la humildad es un valor fundamental, especialmente cuando alguien pide tu ayuda o consejo.
Como la vida real, tienes días excepcionales, pero también los hay frustrantes y para el olvido. Y la competencia es siempre, siempre personal. El oponente más duro a vencer, eres tú mismo y todos tus demonios que te invitan constantemente a rendirte y abandonar.
¿Cuál es el mejor lugar de la región para fotografiar?
-Qué difícil elegir un lugar por sobre otro. Creo que esta región tiene un potencial fotográfico infinito, lleno de matices y contrastes. Pero me encanta fotografiar el Altiplano, las estrellas y Vía Láctea en la Mano del Desierto; las viejas oficinas y cementerios de la época del salitre y los ocasos en la ciudad de Antofagasta.
En tiempos tan complejos... ¿Qué consejo le darías a gente que no conoces?
-En días tan duros y dolorosos para la humanidad, más que un consejo me gustaría invitarlos afectuosamente a alejarse un poco del televisor, del celular y de las redes sociales, tratar de definir actividades de lunes a viernes en horario similar al laboral o académico, conversar y jugar en familia.
Compartir juegos de mesa o comenzar un puzzle de mil piezas, retomar ese proyecto siempre postergado por una justificación, mirarnos y reencontrarnos con nuestro cuerpo a través de la práctica de ejercicio físico cuidadoso, progresivo y no extenuante. En confinamiento físico, volar y viajar a través de la lectura… Hacer esa llamada pendiente, porque muchas veces no es falta de tiempo, sino de disciplina, decisión y determinación.
Y que nuestro mayor desafío sea ganarle a nuestra mejor excusa.
Claudio Melej Gallardo, cirujano dentista es mucho más que su profesión. En realidad tiene varias pasiones: por lo pronto es amante de la fotografía y maratonista. Además de gran conversador, estudioso y fino profesional.