F. Arbulú / Agencias

"¿Quién mató a Laura Palmer?". La pregunta resonó por primera vez el 8 de abril de 1990, en el capítulo debut de "Twin Peaks", una serie de extravagante misterio salida de la mente del cineasta David Lynch, la cual marcó profundamente la cultura popular gracias a su combinación de misterio sobrenatural, gran factura técnica, personajes que rompían con los planos que ofrecía hasta ese momento la televisión y, por supuesto, su complejidad narrativa y visual.

De allí que no sean pocos los que afirmen que la actual era dorada del mundo audiovisual, en la que las series compiten con el cine en prestigio y recursos, se debe en gran medida a esta producción que demostró que la pequeña pantalla podía ser un sitio tan respetable como las salas de cine.

Llegada a la TV

Cuando se supo que David Lynch trabajaría para la pantalla chica despertó la curiosidad entre la crítica y el público. Para aquella época el cineasta ya había realizado algunos trabajos que habían llamado la atención, como "El hombre elefante" (1980), que le significó su primera nominación al Oscar, y "Terciopelo azul" (1986), por la cual también entró en carrera por llevarse una estatuilla de la Academia a mejor director. Además, había rechazado la franquicia "Star Wars".

Para su salto a la televisión, impulsado por la quiebra del estudio con el que tenía contrato, el realizador se hizo acompañar de Mark Frost, un productor que venía de triunfar con dramas policíacos. Juntos dieron forma a la idea de una historia que partiría de un cadáver encontrado en un lago que revolucionaba a un pequeño pueblo del norte de EE.UU., en el que las vidas cotidianas estaban controladas por excéntricos habitantes.

El primer capítulo, con su hora y media de duración, congregó a 35 millones de personas frente al televisor en Norteamérica, e iría sumando más a medida que se iba estrenando en otros mercados, incluido Chile, donde se emitió por Canal 13.

En su momento, la crítica aclamó el producto, y eso que algunos dijeron que no tenía oportunidad de triunfar por ser "radicalmente diferente" a lo que los espectadores acostumbraban entonces a ver.

Uno de los aspectos fundamentales de la apuesta fue la banda sonora compuesta por Angelo Badalamenti, quien ya había colaborado con Lynch en "Terciopelo azul". Tiempo después Frost reconocería que ésta "ayudó a crear y sostener el espíritu del show. Te daba un sentido muy específico del momento y el lugar que se sentía muy fuera del verdadero tiempo y lugar. Ayudó a elevar el programa a un reino mitológico que lo separó del retrato usual del mundo que hace la TV. No puedo imaginarlo sin la música".

Badalamenti se llevó un Grammy por este trabajo. Sin embargo, no fue el único galardón que obtuvo la serie que, a medida que fue emitiendo sus capítulos bajó en sintonía, ya que se llevó tres Globos de Oro y consiguió 14 nominaciones a los Emmy.

De culto

¿Y a qué se debe su éxito? Desde un inicio el visionado de "Twin Peaks" logró ser una experiencia única, con una larga introducción de los créditos que, al mismo tiempo, envolvía al espectador en el bosque, la cascada y el cartel de "Bienvenidos a Twin Peaks" que tantos turistas han intentado localizar por la geografía estadounidense.

Luego estaba la imagen del cadáver de Laura Palmer, la chica popular del instituto, y el Agente Cooper (Kyle MacLachlan), un tipo elegante y aparentemente normal que iría descubriendo junto a los espectadores las rarezas de ese pueblo montañoso.

Quizás el éxito de la serie fue el de juntar en un espacio tan pequeño lo cotidiano y perverso del ser humano. Del irresistible pastel de cereza -que tiene su propia receta en internet-, a las perturbadoras cintas de Laura Plamer; de la aparente normalidad de la serrería Packard, a la misteriosa habitación de azulejos y cortinas rojas donde todo y nada ocurría.

Lynch creó un universo tan variado como atípico que, por medio de frases como "los búhos no son lo que parecen" o "fuego camina conmigo", quedó clavado en el imaginario colectivo. Ello a pesar que sólo dirigió cuatro de los 30 capítulos que tuvo la serie, los que se dividen en dos temporadas: 8 en la primera y 22 en la segunda, a diferencia de lo que pasó con "Twin Peks: Return", trabajo estrenado en 2017 con un total de 18 episodios que tuvieron íntegramente a David Lynch detrás de cámaras.

Tras el fin de los dos ciclos de la serie emitida por ABC y la realización de la película "Twin Peaks: Fire walk with me", precuela estrenada en 1992, Lynch dijo en una entrevista en 2001 que la franquicia estaba tan "muerta como un muerto".

No fue hasta 2014 que la cadena Showtime anunció que transmitiría una miniserie de nueve episodios, escrita nuevamente por la dupla compuesta por Lynch y Mark Frost, y pensada como una continuación de las dos primeras entregas, pero 25 años, tiempo que se convirtió en un elemento importante en la trama.

El 12 de enero de 2015 se confirmó el regreso de MacLachlan a la serie, que contó con gran parte de su elenco original, y comenzó a rodarse en septiembre del mismo año, siendo estrenada el 21 de mayo de 2017 con un episodio de dos horas, consiguiendo una nominación a los Emmy y otra a los Globos de Oro.

"Twin Peaks: The Return es rara y escalofriante y lenta. Pero es interesante (...). La visión de Lynch es tan total y absoluta que sale airoso de lo que normalmente no sería aceptable", escribió Sonia Saraiya para "Variety".

No todos estuvieron de acuerdo con esta apreciación, pues Tristram Fane Saunders opinó en "Telegraph" que "el primer nuevo episodio fue tan oscuro de manera gloriosa/frustrante como los fans podrían haber esperado/temido (borra de acuerdo a tus gustos) (...). Esta serie requerirá paciencia".

Esta entrega está en Netflix, a diferencia de las dos primeras que no están en ningún servicio de streaming,

Herencia televisiva

La producción, además, marcó otras series como "Bates Motel", "Fargo", "Mindhunter", "The Sopranos" e incluso, la aclamada "Mad Men", cuyo creador dijo que "Twin Peaks" le demostró las posibilidades de la televisión.

Pero quizás su heredera más clara es "The X-Files", que ahonda en el legado evolutivo de "Twin Peaks", con un protagonista (David Duchovny, que había encarnado al agente Dennis, de la DEA, en esta última), que guarda similitudes insoslayables con el agente Cooper, y se harta de recorrer pequeñas poblaciones y bosques de EE.UU. con Scully, siguiendo sueños e intuiciones para resolver casos.

Más actual es "Lost" que cuenta con similitudes como la historia coral, la simbología, las mil y una incógnitas, los saltos espaciotemporales en un sitio concreto, palancas peligrosas, el ambiente onírico, la mística y las visiones con caballos, frases al revés y cabañas reveladoras en medio de la espesura.

Y "The Killing", que pese a tratarse del remake de una serie sueca, se centra tanto en el misterio en torno a Laura Palmer que su enunciado promocional es "¿quién mató a Rosie Larsen?".