Darío Quiroga estudió sociología y ciencias políticas, categorías que lo definen como el animal político que es.

El exconcejal en Calama, hoy ha ganado otra dimensión para su identidad, con los trabajos hechos junto a Alberto Mayol y Mirko Macari analizando el poder.

Quiroga está casado "y enamorado que es lo importante", con Carla Redlich y es "padre, en diversas formas", de Clarisa, Antonella, Javiera y Beatriz.

¿Cuándo y dónde naciste?

-Nací en el inicio del exilio de mis padres en marzo del 74 en Tegucigalpa, Honduras. Mi padre después de un par de meses clandestino se refugió en la embajada en noviembre del 73 y en enero lo expulsaron de Chile (con timbre en el pasaporte para que no pueda volver). Mi madre se fue con panza de siete meses y nací allí. Solo estuve unos meses. Mi primera infancia fue en Alemania (en la ex RDA).

¿Qué recuerdas de tu infancia?

-Que nunca me sentí un extranjero en Alemania, la maravilla de las navidades con nieve y el sentido que todos éramos iguales, también fue muy rico la sensación de comunidad con las familias de chilenos exiliados que vivíamos todos juntos. El otro recuerdo es cuando a los 7 años llegamos a Perú y el enorme golpe de ver que existía gente en la miseria que vivía en la calle. Eso me marcó para siempre.

¿Qué era lo mejor de ser niño?

-Aunque pueda ser una paradoja, para mí lo de mejor de ser niño es que siempre me sentí grande, por Malva y Patricio -mis padres- que siempre me trataron como un igual, con derecho a opinar y disentir.

¿Qué libro te cambió la vida?

-Muchos, pero al menos menciono dos, porque fueron una cachetada a los sentidos: "El inmortal" de Jorge Luis Borges y los "Manuscritos económico-filosóficos de 1844" de Karl Marx. También "La casa de los espíritus" de Isabel Allende que me llevó a "Cien Años de Soledad" de García Márquez y ahí se me abrió todo el realismo mágico que es como yo entiendo a Latinoamérica.

¿Qué significa la política para ti?

-La política es la única forma de no vivir en guerra con todos. Si no es a través de la política ¿Cómo se define lo que una sociedad hace? ¿A través de la fuerza? Por eso yo soy 100% político, y por eso aborrezco como llevamos años con parte importante del mundo político capturado por el poder del dinero. Pero la responsabilidad parte de los millones de chilenos y chilenas que han permitido que otros hablen en su nombre.

¿Cómo ha sido la experiencia en Santiago, con medios de comunicación y charlas?

-Desde el año pasado hacemos el podcast "La Cosa Nostra" junto a Alberto Mayol y Mirko Macari que es uno de los más escuchados en Spotify que ha sido una experiencia muy poderosa de comunicación masiva hablando de poder y política, asimismo con varios seminarios que hacemos a "tablero vuelto".

Post estallido, hay muchas más ganas de la gente, de aprender cosas que sirvan para interpretar el tiempo que vivimos. También estamos haciendo cosas muy interesantes en el Observatorio Sindical de la Minería donde trabajo, con charlas y publicaciones, para dirigentes mineros de todo Chile.

En días tan complejos, ¿qué consejo te permitirías darle a la gente?

-Que asuma que estamos viviendo un cambio de época, nuevas formas de ejercer el poder y la vida en sociedad. El mundo va a cambiar y puede ser un mejor lugar para vivir, pero también un lugar en que cada vez la brecha entre ricos y pobres sea más brutal.

Uno verá si quiere mirar desde la ignorancia estos cambios sin entenderlos o asume un rol más activo, lee, escucha, aprende y es protagonista de los cambios.