Observatorios de la región cesaron sus operaciones debido a la contingencia
ASTRONOMÍA. Pandemia sanitaria obligó a suspender por el momento toda investigación científica.
La totalidad de los observatorios astronómicos más importantes de la Región de Antofagasta se encuentran desarrollando un plan progresivo para detener sus actividades ante la amenaza de contagio por coronavirus.
Desde la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO), que opera tres observatorios en nuestro país -dos en la Región de Antofagasta y uno en la Región de Coquimbo, explicaron que fueron los primeros en implementar una serie de medidas para garantizar la seguridad de su personal.
"Tras los últimos acontecimientos debido al brote de COVID-19, la directiva de ESO ha decidido cesar gradualmente las operaciones científicas en todos sus sitios de observación. La prioridad de ESO sigue siendo el bienestar y la seguridad de su personal y la reducción del número de personas en Paranal, La Silla y APEX es parte de este esfuerzo. Los observatorios están haciendo la transición a un estado de operación seguro con un equipo mínimo en cada sitio de observación para garantizar la seguridad de las instalaciones y de las personas que permanecen en ellos", explicaron desde ESO.
Ya hace algunas semanas ESO había comunicado la cancelación de visitas y actividades públicas, así como también restringir los viajes de su personal, incluyendo a los astrónomos visitantes, quienes ahora se encuentran trabajando de modo remoto.
"En estos momentos no estamos haciendo observaciones científicas. Partimos el 20 de marzo con una transición a un estado seguro en el cual un equipo reducido de personas garantiza las operaciones mínimas para mantener los equipos", agregaron desde la organización europea.
Hoy la labor de los científicos está abocada en un cien por ciento a procesar los datos de observación obtenidos durante los últimos seis meses, por lo que de alguna manera este receso servirá para generar nueva información que luego será puesta a disposición de público.
"En la astronomía uno de los trabajados más difíciles es analizar o reducir los datos, es decir limpiar lo que el observador realmente necesita captar de un objeto astronómico, algo que muchas veces lleva más tiempo que la observación misma. Hoy todos los astrónomos están en sus casas realizando esta tarea para elaborar sus informes", puntualizaron.
En el caso del Observatorio ALMA las medidas de prevención apuntan en la misma dirección. El pasado 19 de marzo se concretó la última observación científica, mientras que el cierre total de las instalaciones ocurrió el 22 del mismo mes.
"Con el desarrollo actual de la situación del coronavirus en Chile, el director de ALMA decidió iniciar los preparativos para el cierre total del observatorio. Este cierre permitirá a los colaboradores de ALMA reducir el contacto social al no viajar hacia y desde el observatorio, protegerlos mejor tanto a ellos como a sus familias y ayudar a reducir la propagación del virus", informaron a través de su página web.
Efectos
Por su parte, en el observatorio astronómico Ckoirama, operado por la Unidad de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, también se sumaron al cese de actividades.
"Aunque es un observatorio muchísimo más pequeño, nos pareció de todos modos prudente evitar cualquier exposición innecesaria de colegas o estudiantes a cualquier riesgo. Nos hemos alineado a una actitud que han adoptado todos los observatorios y proyectos científicos en el tema de reuniones a la modalidad de teletrabajo, y en el caso de observaciones físicas simplemente suspenderlas hasta que pase la crisis", manifestó Eduardo Unda-Sanzana, director del Centro de Astronomía de la UA.
Si bien el astrónomo y académico señaló que el cierre de las operaciones se debe a una situación de fuerza mayor por la propagación de la pandemia, también lamentó el impacto que podría tener el paro obligado en el trabajo de investigación científica.
"El tiempo de observación se gana por concurso. En ese sentido, hay personas que por varios años están postulando a un proyecto para poder venir a observar a ALMA o Paranal, que son proyectos que te permiten trabajar por unas horas o con suerte por una noche. Entonces imagínate la frustración que debe significar para aquellos científicos que justo les tocó durante este periodo y la investigación que pensaban llevar a cabo se va a retrasar quizás hasta cuándo. Esto, sí o sí, va a tener un efecto fuerte en varias investigaciones científicas", declaró el profesional.
"El trabajo en un telescopio es comparable a lo que podemos ver en una faena minera. Son operaciones muy complejas que a todo nivel tiene que estar todo operativo o sino no se puede trabajar. En nuestro caso no basta con tener el telescopio operativo sino que tiene que estar todo el personal de ingeniería dispuesto a que si surge cualquier fallo tiene que estar ahí para solucionarlo. Lo mismo ocurre con los operadores de los domos y soporte, la administración, los programadores y muchísimo personal que si no está presente, el telescopio sencillamente no puede abrir", aclaró.
"Son operaciones (los observatorios) muy complejas que a todo nivel tienen que estar todo operativo o sino no se puede trabajar".
Eduardo Unda-Sanzana, Astrónomo