Las mingas andinas
En el frío y solitario Cupo, en las vegas de Chiu Chiu, en la quebrada de Río Grande, en los ayllús sampedrinos, en toda nuestra área andina de la Región Región de Antofagasta, cuando la comunidad - verdadera y definitiva "común-unidad" - necesitaba concretar una obra de adelanto para su caserío, villorío o poblado, todos los vecinos tenían la obligación de realizar su aporte de trabajo, esfuerzo y sudor al bién común.
Así, surgieron los primeros caminos, construídos por ingenieros lugareños, sin estudioas pero con una lógica y un ojo… que siguieron los antiguos senderos de las tropas de llamas para construir los caminos entre los pueblos y hacia la costa. Se levantaron iglesias de anchos muros con su torre a un costado; los largos canales; las solitarias escuelas, con la ayuda de los rotarios de Chuquicamata, hasta donde hace unas décadas llegaban los maestros a lomo de mulas. Todo se fue construyendo con el esfuerzo común.
Estas actividades comunitarias se efectuaban también en períodos de siembra y se cosecha. Se construyeron Postas de Primeros Auxilios, casas comunales.
Y también se colaboró, comunitariamente, en la solución de algunos problemas que afectaban a un vecino o a una familia. Como en los "techamientos", cuando los comuneros acudían a colaborar con el amigo, en la larga y agotadora tarea de brindar un techo a una nueva vivienda o reponer aquel que ya no resistía el paso de más inviernos.
El propietario invitaba a los vecinos a acompañarlo en su quehacer, proporcionándoles abundante alimentación y, por supuesto, la "aloja" o chicha de algarrobo. Las mingas organizadas por una familia se realizaban pensando en la reciprocidad: tal vez pronto otra familia necesitaría ayuda.
Así, con el esfuerzo común, las comunidades tradicionales andinas fueron superando los obstáculos que les presentaban la naturaleza, el crecimiento demográfico y el mejoramiento de una calidad de vida que áun espera En aquellos años - ¿ tal vez todavía?- era imprescindible unir esfuerzos para superar deficiencias, para satisfacer necesidades, para concretar aspiraciones, para sobrevivir.
Domingo Gómez P.