"Mi niñez fue dura, vengo de una familia humilde"
ANTOFAGASTINIDAD. José Guerrero, el ovallino que se convirtió en alcalde de Sierra Gorda.
José Guerrero Venegas nació en Ovalle el 5 de enero de 1960 y llegó a Sierra Gorda hace casi cuatro décadas.
Su primer trabajo fue en una desaparecida mina subterránea… Hoy dirige la comuna eje de uno de los distritos mineros más grandes del planeta.
La comuna se extiende entre los poblados de Baquedano y Sierra Gorda, paso obligado entre Calama y Antofagasta, como antes lo fueron las caravanas que transitaban entre el altiplano, la pampa y la costa. Eso es lo que Guerrero quiere destacar para el futuro de ese territorio.
¿Cómo recuerda su niñez?
-Mi niñez fue muy dura, ya que vengo de una familia muy humilde. Desde chico le ayudaba a trabajar a mi padre, vendía el diario de Ovalle y nos levantábamos a las tres de la madrugada con mi hermano.
Estudié en la Escuela Básica No 6, y la media en el Liceo Politécnico. Para sacar la enseñanza media trabajaba en el verano en limpiezas de canales, plantación de morrones y tomates; cargué camiones en el río con arena y ripio.
Es decir, en mi niñez siempre trabajé. Como ve no fue una niñez muy tranquila.
¿A qué le gustaba jugar?
-Me gustaba y me sigue gustando jugar a la pelota. Fui seleccionado y aún me recuerdan mucho en la población donde me crié, que es la población Canihuante. Tengo preciosos recuerdos.
¿Cuándo supo que quería ser alcalde y por qué?
-De verdad nunca pensé en ser alcalde. Trabajaba tranquilamente como contratista y me iba muy bien, pero siempre fui un activo dirigente social.
Cuando llegué a Sierra Gorda, solo había hasta sexto básico y con el alcalde de esa época, el señor Eduardo Ahumada y algunos pobladores, luchamos y apoyamos que se implementara hasta el octavo básico, cosa que se consiguió.
El año 93 fui fundador de la Junta de Vecinos Número 3, de la mesa de buenos vecinos, presidente de junta de vecinos, presidente del centro general de padres y apoderados, presidente enseñanza media, etc. Me acuerdo que un alcalde amigo el año 2000 me dijo que lo acompañara como concejal ya que siempre era dirigente y la gente me apoyaba, bueno acepté y fui el concejal con la primera mayoría. Pero seguía trabajando en lo mío.
Lo único que pensé que si me volviera a postular nuevamente lo haría como candidato a alcalde. Y esto surgió porque me preguntaba cómo no podía crecer la comuna y además a todos los alcaldes los destituían. Mis hijos después de la básica en Sierra Gorda, viajaban a estudiar a Calama y en esos años los buses pasaban a las 5.30 horas de la mañana. Fueron días y años muy difíciles para los estudiantes de esa época, sin locomoción y sin becas.
Entonces me picó el bichito y me dije tengo que ser capaz de cambiar la historia de mi comuna. En la primera elección mi familia no me apoyaba. Uno porque yo estaba muy bien en mi empresa y hacía lo que a mí me gustaba y trabajaba libre, pero yo porfiado me lo propuse y me fue bien.
De verdad no sabía nada de política pero sí era bueno para presupuestos y números. Iba solo un periodo y ya después me gustó y formé un gran equipo de profesionales y amigos y aquí estoy todavía. Yo creo que uno se enamora de lo que hace y sobre todo cuando un vecino te dice "gracias alcalde" y de verdad es el mayor pago que todo político quiere escuchar. Creo que desde chico tenía vocación social y quizás era lo que más me gustaba, ser alcalde.
¿Qué es lo que más le gusta de Sierra Gorda?
-Todo lo que he logrado en mi vida se lo debo a Sierra Gorda , llegué el año 82 en busca de trabajo y llegué a una mina que se llamaba Sudamérica y me mandaron a trabajar a 220 metros bajo tierra, es decir era subterránea. Con solo 21 años, pasaron los años y me traje a mi señora y mis dos hijos el año 88. El año 92 nació mi última hija, es decir, ella es una sierragordina.
¿Qué sueña para su comunidad?
-Siempre digo que nuestra comuna debe ser la capital de la minería. Tenemos las condiciones, porque es netamente minera y tiene un gran potencial y muchos años de vida. Baquedano es más de servicio y turismo, rica en cultura y tradiciones, con el ferrocarril, el museo ferroviario con su tornamesa y si logramos desarrollar y construir todos los proyectos que tenemos proyectados, de verdad en un par de años tendremos una nueva comuna con una gran proyección.