Hace una semana que los jugadores de Cobreloa de las series sub 17 y 20, que llegan a Calama desde varias regiones del país y en su gran mayoría provienen la capital ya están sus respectivas casas. Hay orden de quedarse en familia y no exponerse a la más mínima eventualidad de contagio.
La situación tiene dos complejidades, según lo que explica Adán Vergara, DT de la sub 17 quien tiene a ocho jugadores de comunas de la capital recién llegados este año y que después de jugar dos partidos debieron volver a su zona de origen.
"La primera preocupación es la salud y por eso, se determinó que los niños fueran a sus casas donde pueden estar en un entorno más tranquilo y seguro. Lo segundo es el tema físico y por eso todos se van con una detallada guía de trabajo y recomendaciones de alimentación para cuidar la dieta", indicó el entrenador.
Los técnicos también están en período de "encierro" junto a sus familias, como es el caso de Luis Fuentes, estratego de la sub 20 y jefe técnico de las series menores del club quien afirma que "una de las principales preocupaciones es mantener a los chicos motivados trabajando en sus casas porque una vez que se pierde el entrenamiento, se pierde y ese impacto se debe disminuir".
Por ello, los respectivos cuerpos técnicos de las series menores idearon sistemas de monitoreos, a través de video conferencias en donde se les va preguntando por grupos en qué condición están y cómo están trabajando. Eso permite ir haciendo correcciones y traspasando experiencia y fórmulas de trabajo casero.
Preocupación
Una de las principales figuras de proyección de "Los Zorritos" es Bastián Valdés, quien en 2019 estuvo dentro del plantel del primer equipo que dirigía Víctor Rivero y este año apunta a repetir experiencia.
El hábil delantero cuenta cómo viven la cuarentena a distancia. "Los que son de Calama se quedan en Calama y los que son de Santiago volvieron de inmediato. Acá cada uno entrena con los materiales que puede, echando mano al ingenio y a las guías que te van dando. Hasta una silla sirve si lo piensas bien y en eso, los que nos van diciendo los profes nos ayuda mucho", explica.
El atacante reconoce que "a todos los que jugamos fútbol nos ha complicado esto de no poder entrenar normalmente, lo que significa ir avanzando en la semana para esperar el partido que te toca jugar. Pero es una experiencia que a todos nos va a servir mucho. Lo principal es estar tranquilo, cuidarse, no exponerse, más en Santiago, donde están la mayoría de los casos".
Además del entrenamiento, los controles de peso y rutinas desde los cuerpos técnicos es constante en todas las series.
Las alarmas las encendió un canterano
Fue cuando recién se conoció el avance del coronavirus en Europa que en Cobreloa se encendieron las alertas por un caso especial. Uno de los integrantes de la delegación del club Santa Inés, ganador de la Copa Enel 2019 que viajaron a Italia durante nuestra temporada estival y que pertenece a las series menores del club presentaba fuertes síntomas de gripe. "Se hicieron los análisis correspondientes y se descartó que tuviese el virus por lo que se descartó la opción de que pudiese haber contagiado a sus compañeros y a parte del plantel con quien compartió a su retorno desde Europa. Sólo era un resfrío", comentó una fuente al interior del club minero.
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