"Tengo una debilidad: siempre quiero más"
ANTOFAGASTINIDAD. Osvaldo Pastén Díaz, empresario nacido en Chuquicamata, hoy abierto al mundo.
Osvaldo Pastén Díaz nació en el Hospital Roy H. Glover de Chuquicamata un 7 de septiembre de 1972.
El empresario, vicepresidente de la AIA, tiene variadas historias. Organizaba fiestas, editó una revista, superó un cáncer y se dedicó a los servicios en la minería.
Desde allí ha conseguido un éxito que no ha sido fácil y que muchas veces lo ha enfrentado con actores diversos. Pero siempre trata de seguir sonriendo.
¿Qué aprendiste de tus padres?
-De mi papito la capacidad de escuchar, leer y el deseo de viajar. El me mostraba la Biblia y un Atlas del mundo y con ello me enseñaba acerca de las antiguas civilizaciones y su impacto en el mundo que estamos viviendo. Eso alimentó mis ganas de conocer y viajar. De mi mamita, las ganas de emprender y de cambiar lo establecido. Esa capacidad de revelarme y seguir mis sueños. Todo lo anterior lo resumo en la frase: "yo puedo, yo siempre puedo".
¿Cuál es tu mejor recuerdo de Calama?
-Tengo tantos y variados. Los primeros, son las pichangas de mi cuadra en la Villa Exótica. Allí están los mejores recuerdos. Era mi papito quien organizaba esas actividades. Siempre nos guió por el camino del bien… en eso , no lo hice mucho caso (risas).
Los profesores de mi querida Escuela E-31 y Liceo A-25… fueron muy generosos y amigos. Ah.. se me olvidaba la señora Rosa. Ella hacía el aseo en mi escuela… ella se ocupaba que yo tuviera siempre un tasa de leche en el recreo… Ella falleció…fue una gran persona.
Siempre hablas de una niñez con algunas privaciones. ¿Qué cosa te marcó de aquellos años?
- En realidad, para esa época tuve todo lo que un niño quiere tener: amor, familia, amigos, regalos… lo que pasa es que siempre en mi mente tenía un estado deseado. Y por cierto, estabamos lejos. Siempre soñé con hacer empresa, viajar… comprar lo que yo deseaba tener.
La privación que más me marcó era tener compañeros que sus padres o tíos fueron asesinados en la dictadura y la pobreza que circundaba al lugar donde vivía. Tenía compañeros de juegos en la población Manuel Rodríguez y O'Higgins. A veces, ellos recurrían a mí cuando les faltaba algo. Y era yo quien organizaba las "visitas" a las casas de mis vecinos para pedir comida. Fue tanto el impacto que eso generó que mi papito llegó a la casa muy enojado, porque su jefe en Codelco le preguntó si teníamos problemas económicos. Casi me arrasan a "correazos".
Hoy que tienes éxito económico, ¿estás más tranquilo con tu desarrollo?
-No. Tengo una debilidad: siempre quiero más. Y no hablo de temas económicos, hablo de desarrollo profesional y personal. Tengo tres magister (el de proyectos me falta el título)… me falta el doctorado y lo voy hacer en comunicaciones… con eso cierro mi ciclo y mi deuda con mi querido amigo, maestro y profesor Manuel Ortiz. También me falta volver a formar familia. Hoy, soy papá soltero y eso me tiene activo y enamorado de mis cuatro hijos (con el mayor vivimos juntos), pero me siento en deuda conmigo y con ellos. Ahora mis amigos me dicen que la familia que tenemos es una nueva forma de hacer familia… Veremos.
En el contexto de la crisis social, ¿en qué crees que han fallado los empresarios y gremios chilenos?
-Los grandes empresarios han fallado en no reproducir la capacidad emprendedora.
De los grandes empresarios no me gusta su forma de relacionarse y discriminar. Su extrema ligazón a una ideología le hace mal a los que hemos elegido este camino.
Su cerrada localización a la zona central le hace mal a Chile. Los gremios han fallado en querer ser un poder paralelo al Estado y no hacerse cargo de los que sus asociados requieren. Como tú sabes, los empresarios somos todos los que poseemos una razón social y ofertamos productos y servicios recurrentes. Por lo tanto hay pequeños, medianos y grandes empresas. No todos somos iguales.
Asimismo, los gremios han fallado en no negociar con el Estado el desarrollo económico y empresarial de sus pymes. Estamos con políticas de los 90 en el 2020. Debemos analizar lo hecho por los australianos. Sus embajadas son centro de negocios.
¿Qué debe hacer nuestra región para saltar al desarrollo?
-Buena y profunda pregunta. Desde la perspectiva empresarial, debemos seguir avanzando con las mineras que la región no es sólo una zona de explotación. Debe ser una zona de negocios, crecimiento y desarrollo. Eso involucra más que la continuidad operacional, tiene relación con un deber ser.
Nos falta una estabilidad en el querer invertir. Pasa en seguridad, necesitamos mejor entorno.. más parques, la calidad de vida… tenemos todo … no bastan solos los departamentos, bares … se requiere una ciudad para la familia.
La muestra más gráfica es que los expatraidos australianos que trabajaban en las mineras se fueron. Los sindicatos y las mineras "traicionaron" a Antofagasta con su "4x4" o "7x7". Antofagasta debe ser una plataforma de servicios para la minería y otras industrias. Y ello requiere inversión. No podemos ni debemos seguir perdiendo más tiempo.