"Ab imo péctore" (desde el fondo del corazón)
Resiliencia es el término para quienes saben sobreponerse a las adversidades. Fuerza, empuje, convicción, perseverancia. Para mí no hay términos precisos que puedan aplicarse a quien partió un día desde su natal Antofagasta hacia la Universidad de Concepción, con solo dos riquezas en los bolsillos: sus sueños y un excelente puntaje. Esa primera noche durmió en la terminal de buses. Con las primeras luces del día, se matriculaba en la que sería su alma mater. Todos los créditos, todas las becas, todo lo que le permitiera iniciar la Carrera de Derecho. Como alumno aventajado, vendía los trabajos a sus compañeros: había que comprar libros, fotocopias y alimentarse. Los otros días, garzoneaba, con la habilidad que había adquirido en el quebrado restaurant de su padre. Mientras escribo, creo ver las caras incrédulas de los lectores que estarán pensando en mi poder de fantasear. Sin embargo, la vida, ya saben, supera la ficción. Con dos hermosos hijos que vinieron a llenar su vida, dio su examen de grado, mientras trabajaba en el prestigioso estudio de René Ramos Pazos, referente obligado para los estudiantes de leyes.
-Recordamos esta historia, mientras caían nuestras lágrimas de emoción en un exquisito licor, después de hacer dormir al menor de sus ya tres hijos-.
Guardo con orgullo, las dos carpetas que le pedí (como recuerdo, sabe que soy una cachurera sentimental): la primera, cuando trabajaba como colaborador; la segunda, como socio de la firma.
Ahora guardaré el parte de matrimonio que me acaba de llegar. Carola, llegó a conmover su corazón. Ese que ha sido reparado algunas veces, pero que jamás ha dejado de emocionarse con una canción, con una película, con la literatura. Por eso, te regalo esta linterna, porque sé que, aunque puedas adquirir lo que él dinero puede comprar, nunca olvidarás, mi querido Carlitos, cuando fuiste "en busca de la felicidad".x
María Alexandra Durán Palacios, profesora