La Feria de Artes del 14 de Febrero
La Feria de Artes Plásticas se inauguraba cada 14 de Febrero, con el patrocinio de la I. Municipalidad. .Se extendió desde la década del 50 y hasta inicios de los 60. En nuestra ciudad la Feria de Artes Plásticas estaba abierta a todos los cultores de dichas disciplinas, se codeaban desde artesanos hasta artistas de trayectoria.
La Feria se montaba en torno al Reloj de los Ingleses y se instalaban los paneles, plintos para esculturas y mesones para artesanías. Allí conocí en 1961, al artesano en metal Secundino Carrizo, profesor de la Escuela Normal, exhibiendo sus gallos en hojalata y artesanías en cochayuyo y los pequeños cofres ornamentados con caracoles y conchas marinas policromada. obras que no he vuelto a encontrar. La dictadura cierra la Escuela Normal y Secundino pasa al Depto. de Artes Visuales como profesor de Artesanías en metal, En la Feria de Artes se hacían presentes miembros de la Sociedad de Bellas Artes. entre los que descollaban Osvaldo Ventura, Alejandro Galetovic, Nicolás Pérez, Andrés Sabella, Chela Lira, Raúl Campaña y otros.
Con la creación de las Escuelas Universitarias de Arte, la Norte a partir del 57 y la Chile, Sede Antofagasta desde el 65, los Artistas plásticos de ambas escuelas se hicieron presentes en la Feria de Artes del 14 de Febrero. Allí estaban: Osvaldo Silva, Hugo León, Margarita Pelegrin, Teresa Montiel, Rene Espíndola, Ramón Ibarra, Alicia Valenzuela, Iván Lamberg, Waldo Valenzuela y varios más. Clausurada la Feria se otorgaban premios en dinero y un Premio de Honor, entregado en acto solemne en el Salón de Honor de la I. Municipalidad, decorado por el pintor y decorador Sixto Rojas, que ocupa un lugar en la Historia del Arte en Antofagasta e Iquique y que he llamado el pintor del Desierto.
A mediados de los 60, ambas escuelas universitarias de arte comenzaron a mostrar sus Salones Anuales de Alumnos en la Plaza Colon, con talleres funcionando en público. Posteriormente cuando se inaugura la Sala Ercilla de la Norte, ambos Salones se trasladan al nuevo espacio, habilitado como Sala de Arte.
Hoy, allí, y al igual que en la canción de Sabina, existe la sucursal de un Banco.
Waldo Valenzuela, pintor