Balmaceda según Joaquín Edwards Bello
En diversas crónicas, Joaquín Edwards Bello estudió a Balmaceda ("La novela de Balmaceda", 1982), afirmando que, "en muchos aspectos", es "un mito chileno", pero, sin negarlo, puesto que resulta "el más solemne de nuestros políticos".
Aquí, Joaquín Edwards Bello analiza al mandatario, con el apoyo de probada documentación, la de su Archivo generoso, el examen de varios de los principales actores del 91.
De éstos Juan Tomás North, el Rey del Salitre, nos importa, por lo que representa en la historia de la industria. Negado por muchos, en razón de la soberbia de su fortuna, y por el áspero tono de su mando, Edwards Bello concluye en juicio opuesto y discutible: North fue una bendición para el país: "Hacen falta en Chile docenas de hombres como North". Tal lo indicaba Ricardo Latcham, le debemos a North la novela de su existencia de aventura y ventura de millonario de leyenda.
Las notas consagradas al General Emilio Korner pretenden aclarar la conducta del militar en la Revolución del 91. Fue contratado en 1885. El asunto se encuentra en esta interrogante: "¿Por qué razones, un espíritu de germano y militar, por naturaleza obediente, tomó el partido del Congreso?". La amistad entre Balmaceda y Korner no han sido expuestas en lo hondo. Joaquín Edwards deja insinuada la idea que a causa de Korner, se lastimó "el nacionalismo de los viejos generales presidenciales, vestidos a la francesa, con aires de españoles". La revolución acogió a Korner, por su contraste creador.
La crónica final, se refiere al sentido religioso que la política tuvo para Balmaceda. Don Crescente Errázuriz lo señaló, como "un místico de la política", Edwards Bello se pregunta, y deja vivísima la inquietud, si Balmaceda encerraba "en su mente un plan trascendental para el porvenir de su patria". Este plan y los que se imaginen, chocarán con "las raíces nacionales" que, enfermas de "Incapacidad moral, cultural y biológica", son lastre y no alas para elevar al país. Ahí, como en lo más granado del libro, celebramos al cronista insuperable.
N. de R. Joaquín Edwards Bello falleció el 19 de febrero de 1968.
Andrés Sabella, 30.12.1982