Mujeres protagonistas del 14 de febrero de 1879
Cada 14 de febrero, Antofagasta conmemora el Desembarco de las tropas chilenas y Reivindicación de la ciudad a territorio chileno. Los festejos se mezclan con la celebración municipal del Día de Antofagasta (no es su fundación como se divulga erróneamente, ya que esta fue bajo administración boliviana un 22 de octubre de 1868) y, por supuesto, el Día del Amor.
Volviendo a la fecha de celebración original, los nombres de los chilenos, Coronel Emilio Sotomayor Baeza, Nicanor Zenteno, entre otros, se repiten en los discursos y homenajes cívicos militares.
Sin embargo, se pasa por alto los nombres de dos mujeres que fueron protagonistas activas el mismo día. Una de ellas, la chilena Irene Morales Galaz de 31 años, quien (enfurecida por la reciente pérdida de su esposo, Santiago Pizarro, por fusilamiento bajo la mano de la policía boliviana) se une a las manifestaciones de la población luego que se produjera el desembarco de las tropas chilenas. Empoderada con los festejos, la misma multitud la alza frente a la prefectura boliviana, alcanza su escudo y lo lanza al suelo para romperlo a patadas. Se entiende que esta acción es su manera de manifestar su rabia por la injusta muerte de su esposo. Luego, ella se enlista y destaca históricamente como cantinera, mujer soldado y enfermera de la Guerra del Pacífico.
La segunda fémina es Genoveva Ríos, niña boliviana de 14 años, hija del Comisario de Policía boliviana, Clemente Ríos. La joven Genoveva, al ver en peligro sus símbolos patrios, protege la última bandera de su país que aún se mantenía izada en la Intendencia. Corre presurosa a rescatarla y la esconde entre sus ropas para, luego, buscar refugio junto a su padre y demás autoridades bolivianas en el consulado peruano. Hoy en día, esta bandera se encuentra en el Museo de la Sociedad Geográfica y de Historia de la ciudad de Sucre, Bolivia.
Así, ambas mujeres, desde sus propias trincheras, son consideradas heroínas debido a sus valientes acciones en un día álgido de la historia que comparten tanto Chile como Bolivia.
Ana Olivares Cepeda, guía de turismo Patrimonial