Debemos reconocerlo. Estamos lejos de poder solucionar el problema de los perros callejeros en Calama. Pese a todos los esfuerzos que se hacen, no disminuye la población de canes paseándose libremente por las calles, y muchos de ellos amenazantes con los transeúntes.
Los 700 ataques registrados el año pasado y corroborados por la Seremi de Salud, demuestra que el problema sigue igual.
No se puede desconocer el esfuerzo municipal de tener un albergue (y a donde personas irresponsables van a lanzar animales que ya no quieren tener) o el trabajo de esterilización y chipeo, pero ambas tares no han logrado frenar el exceso de perros en la calle.
Mientras no exista una cultura de la responsabilidad en la tenencia de mascotas, mientras no se fiscalice en serio a los infractores de la Ley "Cholito", el problema seguirá presente en la ciudad de Calama.
Claramente la población carece de valores culturales básicos, entre ellos, el maltrato a sus animales y el abandono que se repiten a diario.
Pareciera que en nuestro país sólo la "letra con sangre, entra", un refrán que tiene mucho de verdad.
Es preocupante que una ciudad pequeña, de alrededor de 150 mil habitantes, tenga un problema tan básico como no saber regular la tenencia de perros en sus calles.
Y lo peor es que a muy pocos pareciera importarle el desplazarse en medio de jaurías, de ver animales sin agua y alimento sufriendo por el abandono o caminar por calles sucias por desechos fecales.
Podemos invertir miles de millones de pesos en obras para la ciudad, pero si la comunidad no quiere vivir mejor, desprecia lo que tiene y no se interesa por cambiar su forma de vida, todo será en vano.
El problema de los perros callejeros en Calama, es el reflejo de no querer cambiar las cosas que están mal. Los perros en las calles, los indigentes, son el reflejo de que hay temas sociales no resueltos en nuestra comuna, y se necesita poder solucionarlos.
Sin cambios sociales y conductuales, seguiremos teniendo cada año cientos de personas mordidas y miles de perros deambulando por las calles.