El pasado está repleto de hitos deportivos importantes y el presente apunta a la reconversión y modernización de un club que estuvo cercano a desaparecer por inescrupulosos manejos directivos.
Cobreloa subsistió a su peor crisis desatada en el año 2012 -con despilfarros económicos, pérdida del soporte desde Codelco y malas determinaciones directivas durante los tres años venideros- y que provocó la peor daga clavada en el corazón de los hinchas: el descenso a la Primera B por única vez en su rica historia deportiva y que desde este domingo, en la liguilla de ascenso que se jugará en Santiago tiene una nueva oportunidad de ser revertido.
Por más que los fanáticos se aferran al pasado, la actual cara de presentación de es muy distinta y llama a la tranquilidad. El club minero cumple sus 43 años en medio de una estabilización institucional y con la idea de volver a transformarse en un club de primera división con pretensiones internacionales.
El presidente del club, Walter Aguilera reconoció que "el trabajo que se ha hecho en los últimos años se ve reflejado en una tranquilidad que cuando asumimos era difícil de esperar. No hay deudas mayores y las que había como arrastre se saldaron, estamos invirtiendo en el club de campo para dejarle algo a las futuras generaciones del club y el único ítem en que hemos fallado, el deportivo, queremos nuevamente saldarlo en esta liguilla que vamos a jugar desde este fin de semana".
Modernidad
Cobreloa es uno de los pocos clubes nacionales que aún le siguen perteneciendo completamente a sus socios, a pesar de los cambios en el modelo del fútbol chileno y la necesidad de muchos clubes de rica historia de sustentarse en privados para enfrentar los nuevos tiempos.
Aguilera reconoce que hoy, con 43 años, el club minero que estuvo cerca de una eventual quiebra y paso a manos de intereses empresariales se adaptó a los nuevos tiempos, es una institución autosustentable y que sigue representando el espíritu de Calama, la ciudad en que fue fundado en 1977 respondiendo a una necesidad social y estratégica del gobierno militar a través de aportes de Codelco.
Hoy, "Los Zorros del Desierto" no responde a obligaciones con nadie y generan alianzas que los proyectan en el tiempo. "Se entiende que en el caso de conseguir un ascenso, nosotros tenemos que pensar en ir a pelear cupos de copas internacionales y no estar pensando en mantener la categoría. Cobreloa no estaba acostumbrado a eso", afirma Jorge Pereira, tesorero y hombre clave en el resurgimiento del club a través de la "apretada de cinturón" de las últimas temporadas.
Hoy, Cobreloa es un club que tiene cerca de 3500 socios activos y se sigue trabajando en la tarea de seguir acercando a nuevos fanáticos que se acomoden al fútbol actual, contraten planes por abonos, paguen por descuento de planilla y a la vez, obtengan beneficios de marcas estratégicas que se siguen uniendo al proyecto del nuevo elenco minero.
2020 es un año de desafíos. Inversión y ascenso son los dos objetivos a conseguir.
Con dos actividades oficiales por parte de personal administrativo del club -visita a hogar de ancianos y ajuar a primer niño nacido en Calama el 7 de enero- más la misa aniversario en la catedral de las 20 horas comienzan hoy las actividades oficiales de Cobreloa para conmemorar sus 43 años, las que continúan con la tradicional visita gratuita al estadio Zorros del Desierto, que se extenderá mañana entre las 10.30 y las 15.30 horas.
8 títulos nacionales, una Copa Chile y dos subtítulos de Copa Libertadores acumula el cuarto grande de Chile en su historia.
27° puesto en el ránking sudamericano de mayores clubes del siglo de la IFFHS alcanzó Cobreloa en el listado publicado en el 2009.