A los 61 años fallece la voz icónica de Roxette: Marie Fredriksson
GENTE. Fue diagnosticada en 2002 con un tumor cerebral que la dejó con problemas de vista y audición.
El mundo de la música está de duelo. Ayer se conoció la noticia sobre la muerte de Marie Fredriksson, la vocalista del grupo musical Roxette, a través de un comunicado publicado por su familia. "Con gran tristeza tenemos que anunciar que una de nuestras más grandes artistas ha fallecido", reza el texto que apunta que la cantante falleció la mañana del 9 de diciembre por complicaciones derivadas "de su antigua enfermedad".
Fredriksson, de 61 años, fue diagnosticada con un tumor cerebral en 2002, por lo que se sometió a una cirugía para su extirpación y, posteriormente, fue tratada durante meses con quimio y radioterapia. Los efectos secundarios fue que la artista se quedó sin visión en un ojo y con audición limitada.
A pesar de ello, en 2005 dijo que "han sido tres años muy difíciles, pero estoy sana. Ya no estoy recibiendo tratamiento".
Una gran carrera
Nacida el 30 de mayo de 1958, Marie Fredriksson debutó en solitario en 1984 y se convirtió en una de las artistas más queridas y exitosas de Suecia. Dos años después fundó junto a Per Gessle el dúo Roxette con el objetivo de llevar su música más allá de las fronteras de Suecia y "juntos comenzaron su histórico viaje" que en los años siguientes los convertiría en una de las mayores bandas de pop del mundo, agrega el texto.
"El tiempo pasa muy rápido. Parece que fue hace poco cuando Marie y yo nos sentamos en mi pequeño apartamento en Halmstad y compartimos sueños", escribió quien fuera su compañero sobre los escenarios en Twitter. Acotó: "¡Y qué sueño fantástico compartimos! Gracias Marie, gracias por todo. Pintaste mis canciones en blanco y negro con los colores más hermosos".
"Fue un honor haber conocido todo tu talento y generosidad. Todo mi amor para tu familia. Las cosas nunca volverán a ser iguales", concluyó el mensaje con un guiño al título de uno de los grandes éxitos del grupo, la balada "Things will never be the same".
Con más de 75 millones de discos vendidos, el dúo sueco fue uno de los máximos exponentes del pop rock de fines de los 80 y la década posterior. Alcanzaron fama internacional con la canción "The look", al que siguieron muchos otros números uno en el top 100 de Billboard, como "Listen to your heart" y "Joyride".
Sin embrago, su tema más conocido sería "It must have been love", tema central de la película "Pretty Woman". Una canción de Navidad que el grupo había lanzado al mercado europeo y al que cambiaron la letra porque Gessle no tenía tiempo para escribir una canción nueva. Fue un éxito total.
"Si era grande en el estudio, el escenario era su hábitat natural", aseguró el comunicado. Fue tanto su amor por las luces que "gracias a su espíritu luchador", la cantante pudo regresar gradualmente a escena partir de 2009. Es más, el 9 de abril de 2011 el dúo se presentó a tablero vuelto en el Movistar Arena en un concierto donde repasaron sus grandes éxitos.
La banda sacó varios discos más y volvió a emprender varias giras, pero en 2016 los médicos le recomendaron a Fredriksson que dejara definitivamente los escenarios y se centrara en su salud.
La cantante, que deja marido y dos hijos, "nos deja un gran legado musical" y "su maravillosa voz, fuerte y a la vez delicada", así como sus "mágicas actuaciones" serán recordados por todos aquellos que tuvieron la suerte de ser testigo, reza el texto.
El Gobierno de Suecia se sumó a las condolencias con un mensaje en su cuenta oficial en Twitter: "Descansa en paz, Marie Fredriksson. Increíble cantante, tanto con Roxette como en solitario".