La aventura ciclista de los hermanos Olivares en África
TITAN DESERT. La prueba más exigente del mundo en mountainbike tuvo a dos loínos en su competencia de este año.
Vuelven a Calama con mucho más que dos medallas de "finisher", ese premio por el que centenares de competidores de todo el mundo luchan durante seis días, contra el desierto africano en Marruecos y las complicaciones técnicas que requiere vencer los 620 kilómetros de recorrido, con etapas que incluso llegaron a los 2650 metros sobre el nivel del mar.
Pero la experiencia que hace años soñaron los hermanos Juan Pablo y Alejandro Olivares y pudieron vivir en la presente edición del "Dakar de las bicicletas" es única y muy distinta a cualquier otro desafío de recorrer el desierto loíno, uno que ya dominan y por lo que decidieron dar este salto mayor en su pasión por el mountainbike.
Alejandro relata que "hay un tema cultural muy potente en Marruecos durante la carrera, más allá de lo meramente competitivo. Nosotros no somos deportistas profesionales, entonces, no nos interesan los podios. El esfuerzo va por otro lado. Es vivir la experiencia, hacer el doble de sacrificio porque además tenemos que trabajar, pedir vacaciones, coordinar todo y pagar muchos de los gastos de nuestro propio bolsillo. Uno lo hace porque sueña con los desafíos más importantes. Y pudimos cumplir el sueño", comentó.