El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y la Universidad Católica del Norte (UCN) impulsarán un proyecto que monitoreará diez volcanes desde la XV a la II regiones, gracias a la implementación del nuevo Observatorio Volcanológico Altiplano Puna, cuyas instalaciones funcionarán al interior de la casa de estudios con sede en Antofagasta, lugar desde el cual serán monitoreados los volcanes Tarapacá, Parinacota, Isluga, Guallatiri, Irruputuncu, Ollagüe, Olca, San Pedro, Láscar y Lastarria.
La estación busca, entre otros objetivos, mejorar el actual nivel de caracterización, vigilancia y sistemas de alerta de los volcanes activos del norte del país, así como fortalecer las capacidades regionales de gestión de las amenazas volcánicas y mejorar la resiliencia, educación y participación de la comunidad frente a estos fenómenos.
Actividad
En este sentido, el volcán Láscar es el que tiene una mayor actividad en la provincia El Loa, situación que eventualmente podría poner en riesgo la vida de los habitantes de la comunidad de Talabre, cercana al cráter. Existe conciencia de aquello en los dirigentes originarios de esa localidad, quienes ven con buenos ojos la intervención de expertos y la prevención ante situaciones de emergencia.
"Sernageomin ha establecido reuniones desde hace aproximadamente dos meses con nuestra comunidad, donde se nos ha explicado qué tipos de equipos van a instalar en el volcán y dónde van a estar ubicados. Nuestros ritos ancestrales no se van a ver afectados, porque nosotros los realizamos a los pies del cráter, donde nace nuestra agua", manifestó la presidenta de la comunidad de Talabre, Elisa Soza.
La dirigenta agregó que "estamos de acuerdo con la instalación, porque somos los primeros que nos veremos afectados en caso de una erupción. Si hay una erupción tan fuerte como ocurrió el año 1993 y que el viento esté soplando hacia nosotros, claro que nos complicaría. Para nosotros es importante, lo hemos estudiado y concordamos en la necesidad. Aparte, tendrán sus bases operativas en Antofagasta, que es relativamente cercano ante cualquier emergencia".
Al respecto, el director nacional de Sernageomin, Mario Pereira, dijo que con el monitoreo del OVAP, resaltó, se podrá contar con un tiempo de respuesta más corto que el actual, y en tres o cuatro horas se podría estar en el lugar. "Somos un país que, por su configuración geológica, estamos expuestos y nos toca vivir con esta realidad. Además, es una oportunidad para mostrar lo que puede hacer un esfuerzo colaborativo entre organismos públicos y privados", enfatizó.
En tanto, el director del proyecto y académico del Departamento de Ciencias Geológicas de la UCN, Felipe Aguilera, señaló que esta iniciativa estará centrada en diversos ámbitos de la volcanología.
Características
"Incluirá monitoreo, generación de mapas de peligro y riesgo volcánico, así como tiene una parte que involucra el trabajo con las comunidades que pudieran resultar afectadas y una evaluación sobre cómo los eventos volcánicos pueden afectar potencialmente a la población y la infraestructura", explicó.
En este sentido, dijo que dicha labor implica un trabajo con habitantes del altiplano para poder educarlos sobre el tema y generar colaboración, con el objetivo de mitigar riesgos y desarrollar planes de evacuación, entre otros beneficios.
"Si se produce una erupción grave, se vería perjudicada también la agricultura y ganadería acá en Talabre, que es a lo que nos dedicamos nosotros. Tenemos claro que debemos emigrar, porque ya nos explicaron que las cenizas del cráter demorarían hasta un año en desaparecer. Toda esta instalación de centrales de monitoreo involucrará en un futuro cercano simulacros de evacuación, que son súper positivos", expresó Elisa Soza.
El instrumental que se utilizará para medir la actividad volcánica (sismicidad, emisión de gases, deformación en superficie y anomalías térmicas) estará constituido por sismómetros (equipos que se entierran a 1,5 metros de profundidad y registran intensidad o pequeñas vibraciones del terreno y cuáles de estas se asocian a la actividad volcánica), DOAS (detecta a distancia la presencia de gases de azufre desde fumarolas, lo que puede dar indicios de los procesos químicos internos en el sistema volcánico), Cámaras IP (facilitan la observación de los volcanes las 24 horas del día) y Geodesia (detectan pequeñas deformaciones de la superficie de un volcán, ya sea inflación o deflación, lo que ayuda a comprender la dinámica interna de un volcán).